Aunque los autobuses Gallo y Búho hayan reanudado su funcionamiento, el problema de fondo sigue siendo que no hay reglamento que avale su operación, indicó Jairo Guarneros Sosa, asesor del Grupo Regional Independiente de Taxistas de Orizaba (GRITO).
Consideró que si bien eso es preocupante, también lo es si la gobernadora electa, Rocío Nahle, le autorizó el circular, ya que aún no es una autoridad en funciones y aún cuando lo sea, no se puede autorizar algo que transgrede la ley.
Mencionó que como competencia, no es tal para los taxistas, pero sí lo son para las líneas autorizadas por el estado, porque cuentan con una autorización que les da la legalidad para que puedan funcionar.
Sin embargo, destacó que no les parece justo que Transporte Público deje de hacer su trabajo y deje que esas unidades den el servicio fuera de la ley, cuando ésta sí aplica para todos los demás.
Apuntó que por ejemplo los taxistas tienen que tener todos sus documentos en orden y si tienen algo vencido, una llanta lisa, están cargando fuera de su jurisdicción o las unidades están fuera de rango o no tiene la verificación, se les detiene y se les sanciona.
"Es lo que no no parece justo, porque la misma ley está siendo flexible, porque es la misma que es inflexible con otros transportistas, por ejemplo a los que represento, entonces o se aplica la ley para todo o a nadie se le aplica, eso es en lo que hemos insistido", destacó.
Guarneros Sosa indicó que Juan Manuel Diez Francos miente pues justifica la reanudación de operaciones en una ley que no existe y en donde hace una lectura "mañosa" de la Ley de Movilidad.