Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, obispo de la diócesis de Papantla, compartió su perspectiva sobre los retos políticos y sociales que enfrenta el estado de Veracruz, así como sobre la dirección que deberían tomar las autoridades para abordar problemas urgentes que afectan a la población.
"Siempre hay retos políticos", señaló el prelado, destacando que actualmente el estado y el país se encuentran en una etapa de transición en cuanto a políticas de seguridad y combate al crimen organizado, aunque reconoció que se han visto esfuerzos distintos respecto a administraciones anteriores, subrayó la necesidad de evaluar los primeros pasos de las nuevas autoridades, incluyendo a la gobernadora de Veracruz.
Entre los temas que Monseñor Zapata considera prioritarios se encuentran la seguridad, la pobreza, el acceso al agua, la situación de los migrantes y la infraestructura estatal.
"Las carreteras están destrozadas; para venir aquí la carretera estaba llena de hoyos", comentó, evidenciando las condiciones críticas que afectan la movilidad y la calidad de vida en el estado.
Además, hizo un llamado a reflexionar sobre el compromiso gubernamental con los más vulnerables, recordando que la justicia social y el combate a la pobreza deben ser ejes fundamentales en la agenda pública, sin embargo, también advirtió que estos desafíos persistirán mientras no se generen cambios estructurales profundos.
A pesar de las adversidades, Monseñor Zapata enfatizó la importancia de seguir trabajando desde la Iglesia para tocar el corazón de las personas y acercarlas a Dios, también resaltó el mensaje del Papa Francisco, especialmente en el contexto del Año Jubilar, "el Papa habla del grito de la tierra, de los pobres y de los migrantes, en lugar de escuchar un cuerno, como antiguamente, deberíamos escuchar estos clamores", expresó.
En ese sentido, reiteró la urgencia de replantear prioridades globales y nacionales, cuestionando el exorbitante gasto en armamento en lugar de destinar esos recursos a erradicar el hambre y la pobreza, "si ese dinero se invirtiera en los pobres, se acabaría el hambre. Pero no, prefieren hacer armas para destruir a la humanidad".
Inspirado en la encíclica "Fratelli Tutti", el obispo recordó que todos somos hermanos, no solo por nuestra humanidad, sino especialmente por nuestro bautismo, "todos merecemos respeto, pero más aún quienes estamos bautizados, somos hijos de Dios y debemos cuidarnos unos a otros".
Finalmente, Monseñor Zapata concluyó su mensaje deseando a los fieles una Feliz Navidad y Año Nuevo, invitándolos a reflexionar, a trabajar por la paz y la justicia, y a fortalecer su fe en medio de los desafíos actuales, "Que Dios les bendiga. Sigamos construyendo un mundo más justo y fraterno".
El prelado estuvo en esta ciudad este sábado, para encabezar la celebración eucarística del sacramente de la confirmación a 105 de este municipio, y de visitar el centro penitenciario de la ciudad.