En Yecuatla, Veracruz, un sueño de 23 metros comienza a tomar forma. No es un edificio ni un monumento a la vanidad política; es la Virgen de Guadalupe, que pronto se alzará sobre la colonia Naranjal, vigilante y protectora.
Este sábado 22 de junio, un grupo de hombres y mujeres se reunió frente a un predio. Allí, entre rezos y esperanzas, dieron el banderazo de inicio a una obra que promete cambiar a este pueblo pequeño, pero de grandes devociones.
No es su primera vez en estas lides: ya en Cazones de Herrera dejó su huella con un Corazón de Jesús de 17 metros. Ahora, el reto es mayor, y la fe, más alta.
Estará ubicada estratégicamente frente a la parroquia del municipio, en la colonia Miguel García, conocida popularmente como colonia Naranjal.
Edgar Jiménez Pérez, alcalde de Yecuatla, habló del proyecto con entusiasmo. "Es un agradecimiento", dijo, "un testimonio de fe".
Pero también, y aquí bajó la voz como quien confiesa un secreto, es una apuesta por el turismo religioso, ese fenómeno que mueve montañas y economías.
La Virgen, cuando esté lista el 10 de diciembre, no estará sola. A sus pies, un mirador promete vistas que, se dice, llegarán hasta el ‘cielo’.
Mientras tanto, Yecuatla se prepara. Hay expectativa, hay fe, y también hay números: se habla de visitantes, de derrama económica, de poner al pueblo en el mapa. Porque en este rincón de Veracruz, la fe mueve montañas, pero también, esperan, moverá el progreso.
Con este ambicioso proyecto, Yecuatla se prepara para dejar un legado de devoción y cultura, atrayendo a fieles y visitantes de toda la región para que admiren y se inspiren en la magnífica figura de la Virgen de Guadalupe.