Debido a que en el municipio de Río Blanco continúa cerrado el Rastro Municipal, además de que el de Nogales y el de Orizaba no se dan abasto para la matanza de ganado, el "clandestinaje" se ha recrudecido en la región centro del Estado, exponiendo con ello la salud de los consumidores pues se desconoce qué tipo de carne estén ingiriendo.
"El tema del rastro es un asunto muy delicado, con el cierre por parte del ayuntamiento no se benefició porque bien o mal estaba vigilado por la Secretaría de Ganadería, en donde el inspector hacía presencia y veía que los animales al menos estuvieran sanos", así lo señaló el representante del Comité Regional Campesino en Río Blanco, Juan Artemio Rodríguez Maceda.
Puntualizó que el rastro de Orizaba y Nogales, son insuficientes para toda esta zona centro de Veracruz.
"Si nos preocupa porque existe el clandestinaje, y a la existir el clandestinaje no hay un control de la carne que comemos y dos rastros son insuficientes Nogales tiene un límite ni aunque metiera matadores iba a matar más porque ya no le cabe más ganado ahí".
Rodríguez Maceda explicó que se necesita agilizar la apertura del rastro de Río Blanco, por lo que exhortó a las autoridades en turno a mostrar interés y dar una solución inmediata.
"Yo creo que se debe agilizar la apertura del rastro, ya sea en el mismo lugar o en otro lugar pero hacerlo pero ya, primera por la situación de higiene y supervisión del ganado que se sacrifica, y segunda que con esta pandemia le sumamos unos 20 empleos que se perdieron porque ya no está activo si no será mucho y nos impacta".