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De acuerdo con el pronóstico presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en el siglo XXI el nivel del mar va a subir por 20-80 cm, aunque el límite es incierto.
Sin embargo, en caso extremo, el estado de Veracruz podría enfrentar un aumento en el nivel del mar de hasta dos metros entre 2080 y 2100 debido al derretimiento de los hielos polares, señala el biólogo marino Yury Okolodkov.
Aunque Veracruz no registra mareas tan altas como en la costa atlántica de Canadá, donde alcanzan hasta 16 metros, el impacto del incremento será continuo, señaló el especialista.
Okolodkov detalla que, en escenarios extremos, el derretimiento de grandes capas de hielo en la Antártida y Groenlandia podría elevar el nivel del mar hasta 64 metros, lo que afectaría a las zonas costeras del planeta.
“La mayor parte de la población humana vive en regiones cercanas a las costas, especialmente en estuarios, por lo que el impacto del aumento del nivel del mar será enorme”.
El experto recuerda que la reducción de la cobertura de hielo en los últimos 50 años ha provocado cambios en las rutas migratorias de mamíferos marinos en la zona ártica y subártica.
Yury Okolodkov advierte que el incremento en la temperatura de los océanos afecta los sistemas arrecifales, incluido el de Veracruz, que cuenta con dos importantes formaciones arrecifales.
En el Golfo de México, diversas investigaciones han documentado la intoxicación humana por consumo de peces tropicales, llamada ciguatera, fenómeno que podría agravarse con el calentamiento del mar.
Modelos científicos indican que la muerte masiva de corales generará un ambiente propicio para algunas especias ciguatéricas de dinoflagelados que proliferan en los arrecifes, lo que aumentará el sustrato para organismos causantes de este tipo de intoxicación.
A pesar de este escenario, el biólogo reconoce que no existen mediciones confiables sobre el grosor del hielo en los polos, lo que dificulta prever su volumen y comportamiento futuro.
“Los países tropicales se preocupan por sus propios problemas y no por los polares, pero el clima opera a escala global. El océano está estrechamente conectado con la atmósfera”, señala Okolodkov.
El especialista explica que la criosfera de la Tierra está compuesta, principalmente, por dos regiones polares—Ártico y Antártico—que incluyen hielos marinos, glaciares, ríos, lagos congelados y permafrost.
Sin embargo, el calentamiento global altera la circulación oceánica y la distribución de las masas de hielo, provocando desprendimientos y derretimiento.
“Ahora sabemos que la circulación oceánica conecta todos los océanos, algo que no se entendía antes de los 1980. Existen puntos críticos en ese sistema, determinados por la densidad del agua, que a su vez depende de la temperatura y la salinidad”, agrega.
Especialistas advierten que el hielo en la actualidad es más frágil y menos resistente a las fuerzas que lo desplazan desde el Ártico hacia el Atlántico, cuyas aguas más cálidas aceleran su derretimiento. Como resultado, la vida media de un témpano de hielo se ha reducido en más de 1.5 años.
Un artículo de la periodista Alejandra Borunda señala que, a nivel global, el nivel del mar ha aumentado más de 20 centímetros desde 1900, pero el ritmo de crecimiento se ha acelerado. De hecho, una cuarta parte de ese incremento ha ocurrido desde 2006.
En uno de los últimos informes del IPCC, se estima que el nivel del mar aumenta en promedio 3.1 milímetros por año (a diferencia del siglo XX, cuando el promedio fue de 1.7 milímetros por año) y podría subir entre 38 y 76 centímetros para 2100. Además, continuará elevándose durante siglos.