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El alcalde Juan Manuel Diez Francos reveló que el ayuntamiento hizo una petición al gobierno del estado para tomar posesión del edificio que por muchos años fue hospital de salud mental.
El presidente municipal comentó que hasta donde saben, ese edificio es propiedad del ayuntamiento e incluso las autoridades estatales reconocen que no hay escrituras de ese inmueble.
"La misma Secretaría de Salud nos solicitó que si nosotros podíamos darle las escrituras al espacio que ellos están ocupando", apuntó.
Diez Francos indicó que actualmente están a la espera de una respuesta de la carta que entregaron a la autoridad estatal, la cual entregaron a principios de enero.
Diez Francos señaló que si bien se buscó información en el Registro Público y en todos los archivos, lo que encontraron es que el inmueble pertenece a Orizaba, aunque no se tiene el documento que lo acredite, pues el edificio tiene "muchísimos años" y seguramente en ese entonces ni se escrituraba.
El alcalde descartó mencionar qué uso se le daría a ese espacio, ya que eso lo informarán hasta que se obtenga una respuesta positiva.
Cabe mencionar que en la zona de La Concordia, el parque López y hasta la iglesia de San José se trabaja en un proyecto de introducción de cableado subterráneo para dar mejor vista a esos edificios y zona de la ciudad.
Al respecto, el alcalde comentó que el obispo de Orizaba, don Eduardo Cervantes Merino, le agradeció por esas obras, pues hacen ver mejor los edificios que ahí se encuentran, como la propia iglesia de Santa María de Guadalupe en La Concordia.
Comentó que si bien es un proyecto que se lleva a cabo en colaboración con la Comisión Federal de Electricidad son inversiones muy fuertes, aproximadamente 12 millones de pesos por cada obra, por el material como cableado, transformadores, reguladores, aunque todo son recursos municipales.
Actualmente, ese edificio, que forma parte del conjunto del Ex Oratorio de San Felipe Neri y que fue ocupado por muchos años como sede del Hospital de Salud Mental Víctor Manuel Concha, se encuentra vacío tras ser desalojado a finales del año pasado para trasladarse a un nuevo espacio en el sur de la ciudad, por lo que sólo queda ahí el mobiliario, mientras que el espacio es resguardado por personal del IPAX.