Un sueño se materializó para Enrique Marthen Berdón, conocido como el "Brujo Mayor de Catemaco": mientras residía en Estados Unidos, fue visitado por un sueño inquietante, un llamado que resonó desde lo más profundo de su ser.
La revelación: construir un templo para la adoración a Satán en la misma tierra que lo vio nacer, en el corazón de Los Tuxtlas.
Se espera que para marzo de 2024 la obra esté concluida, al menos en obra negra
Hace quince años, Marthen Berdón adquirió el terreno en la colonia Paraíso, en Catemaco. Sin embargo, no fue sino hasta agosto de 2022 que las primeras piedras se asentaron en la cimentación de lo que promete ser un edificio único en su tipo.
Con una inversión inicial de 900 mil pesos y un proyecto que con un costo total de 4 millones 500 mil, el templo se erige como un símbolo que desafía las convenciones religiosas. A la fecha se han invertido al menos 2 millones.
El recurso se ha obtenido de parte de creyentes y adoradores de Satanás, de diversos estados del país y del extranjero.
Este edificio de devoción infernal no es solo una estructura, sino un testamento a la congregación de creyentes que, en los últimos meses, ha respaldado la construcción del templo.
Más de 3 mil personas del estado de Veracruz se han unido al llamado de Marthen Berdón, financiando con sus aportaciones el avance de esta construcción única.
La fachada del templo, un castillo medieval de dos torres, se alzará como un monumento a la adoración de tres figuras principales: Lucifer, Bafomet (deidad antropomórfica), y Lilith (mujer diabólica considerada la primera de la creación por los hebreos).
Las deidades se alinearán en el interior, presidiendo un semicírculo en el epicentro de este lugar insólito.
Con una proyección de 400 metros cuadrados, esta edificación será la primera de su tipo en México, desafiando las normas religiosas establecidas.
Dos pequeñas torres flanquearán la estructura central, y en su seno, 400 almas podrán congregarse para contemplar representaciones de demonios y sargatanas, manifestándose en formas humanas y antropomorfas.
Enrique Marthen Berdón, más conocido como "El Ahijado", con sus 60 años de experiencia en los misterios de Catemaco, tuvo trayectoria de limpias tradicionales hasta el "llamado" que lo instó a construir este templo único.
Desde misas negras hasta rituales que invocan la presencia de Lucifer, su camino se entrelaza con los secretos de Catemaco.