Rubén Díaz Hernández, vecino de Misantla, destapó la preocupante situación del rastro municipal, clausurado por la Procuraduría del Medio Ambiente hace tres años, expresando su inquietud por las condiciones en las que se encuentra dicha instalación pública.
Por ello, llamó a atender urgentemente este problema, que representa un riesgo grave para la salud pública en la comunidad.
"Es increíble que aún existan lugares como el rastro municipal de nuestra comunidad, un área que clama por atención urgente". Díaz Hernández ha seguido de cerca el deterioro del inmueble, que se ha convertido en un foco de infección y testimonio de la falta de atención a la salud.
Y es que la situación del rastro municipal “es alarmante”; desde el exterior del edificio, la imagen es desoladora.
La hierba crece sin control y el terreno parece haber sido abandonado por completo, pero lo que más le preocupa es lo que hay al interior del edificio. Díaz Hernández denunció que el lugar está repleto de llantas viejas, apiladas sin alguna medida de seguridad.
“Son un criadero perfecto para mosquitos, especialmente aquellos que transmiten enfermedades como el dengue".
Enfatizó que incluso si las llantas están resguardadas, no están a salvo de las lluvias que tarde o temprano las alcanzarán, volviéndose criadero para estos insectos.
El ciudadano afirma haber reportado la situación al Sector Salud; sin embargo, parece que su llamado no ha llegado a quienes son responsables del rastro municipal.
Díaz Hernández hizo un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, “no podemos permitir que un lugar que debería cumplir con estándares sanitarios se convierta en un peligro para nuestra comunidad”.
“Se necesita una limpieza exhaustiva en el área, junto con la eliminación de esas llantas viejas que representan un riesgo evidente".