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El Movimiento en Defensa de la Laguna de La Mancha exigió la cancelación definitiva de la Granja Avícola Ecosustentable ALP Nuestra Señora de Guadalupe, en la comunidad de Palmas de Abajo, municipio de Actopan.
La organización ambientalista denunció que, pese a la suspensión temporal del proyecto, la empresa responsable, RS Granos, Hortalizas y Carne, S. de R.L. de C.V., mantiene las obras en la zona.
La suspensión de la construcción fue anunciada por la alcaldesa María Esther López Callejas y respaldada por la gobernadora Rocío Nahle. "Si el proyecto no es viable, la granja debe irse", afirmó la mandataria estatal.
Sin embargo, los ambientalistas advirtieron que las obras no solo continúan, sino que incluso se han acelerado.
El proyecto contempla la construcción de 11 naves en las inmediaciones del arroyo El Coyolito, el cual desemboca en la Laguna de La Mancha, un ecosistema de importancia ecológica en el litoral del Golfo de México.
Los opositores señalaron la falta de un cambio de uso de suelo, la ausencia de consulta comunitaria y la incertidumbre sobre el abastecimiento de agua. "A pesar de nuestra solicitud formal de información, no hemos recibido respuesta por escrito hasta la fecha", señalaron en un comunicado.
De acuerdo con la organización, la granja se desarrolla sin las autorizaciones correspondientes y sin la participación de las comunidades aledañas.
Además, denunciaron que el proyecto contraviene un decreto de veda publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12 de mayo de 2022, que impide nuevas concesiones de agua en la cuenca del río Actopan.
La organización ambientalista cuestionó cómo la empresa planea obtener los más de 21 millones de litros de agua anuales que requiere para su operación. También advirtió sobre los efectos de las granjas avícolas industriales en el agua, el suelo y el aire, además de su impacto en la biodiversidad.
Recordaron que el ecosistema de manglares de la zona está protegido por la NOM-050-SEMARNAT-2010 y que los daños ambientales podrían ser irreversibles.
Por estas razones, el Movimiento en Defensa de la Laguna de La Mancha reiteró su demanda de cancelar definitivamente el proyecto, argumentando que representa un riesgo para la salud, el medio ambiente y los medios de vida de las comunidades locales.