John Lennon es recordado como uno de los artistas, músicos y compositores más influyentes de todos los tiempos; mucho ha dado de qué hablar su obra, pero también lo ha hecho su vida personal, afectada por la tragedia y el abandono.
Particularmente su infancia fue una etapa difícil para el músico. Sus padres se separaron poco después de su nacimiento y su madre, Julia Stanley, se casó con otro hombre, causando que John fuese criado por su tía.
Lennon no reconectaría con su madre hasta su adolescencia, y sería ella quien plantaría en su hijo el gusto por la música, comprándole su primera guitarra y enseñándole sus primeros acordes; lamentablemente, su relación duraría poco, pues Julia moriría atropellada el 15 de julio de 1958 cuando John tenía sólo 17 años.
Este hecho sería uno de los más traumatizantes en la vida del músico, quien lo demostraría diez años después en la canción ‘Julia’, lanzada en el álbum homónimo de The Beatles, conocido popularmente como The White Album (1968).
La canción fue escrita mientras la banda se encontraba de viaje en la India tomando un curso de meditación, y es el único tema del grupo en el que Lennon figura como único intérprete. En ella, John toca una guitarra acústica con un estilo finger-picking, el cual aprendió con ayuda del músico escocés Donovan, y canta sobre la falta que le hace su madre y el deseo de alguna vez alcanzarla.
Gran parte de la letra fue inspirada por el poema Sand and Foam de Kahlil Gibran y por la en ese entonces pareja de Lennon, Yoko Ono. No sería la última vez que John plasmaría su dolor por la pérdida de su madre en una canción, el tema ‘Mother’ lanzado durante su etapa como solista expresa estos mismos sentimientos de una forma más desgarradora.
‘Julia’ fue el último tema en ser grabado para el destacado álbum doble y funge como cierre del primer disco. Una canción sencilla y dulce que exhibe como muy pocas el lado más íntimo de John Lennon.