Cualquier persona que posea una tarjeta de crédito o débito realiza transferencias bancarias con normalidad. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta durante este proceso es comprobar que los datos de la cuenta de destino sean correctos.
Realizar una transferencia a una cuenta equivocada, o recibir dinero en nuestra cuenta de forma inesperada producto de este error, es una situación más común de lo que se desearía, y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) emite las siguientes recomendaciones sobre cómo proceder.
La acción inmediata en cualquiera de los dos casos es notificar al banco de la cuenta receptora. Es importante hacerlo a la brevedad posible, pues las instituciones tienen horarios de corte.
La sucursal o entidad se encargará de notificar del error a la otra persona, y coordinar la devolución de los fondos en los términos y plazos que establezcan.
A pesar de que recibir un dinero extra es bastante tentador, la Condusef NO recomienda bajo ninguna circunstancia quedarse con el monto, mucho menos gastarlo.
Si aún notificando al banco no se llega a un acuerdo, o si la persona que realizó el depósito erróneo descubre que el receptor ha usado la cantidad, puede proceder con acciones legales.
Además, si se trata de una suma grande, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) está autorizado a investigar la procedencia del ingreso, y si el titular no puede demostrarlo, el SAT puede ejercer cobro de impuestos.