En México, las diferencias económicas entre sectores de la población son evidentes, y prácticamente abismales, y la categoría de "clase alta" sigue siendo una meta económica distante para la mayoría.
Este sector no solo se caracteriza por su capacidad adquisitiva, sino también por el acceso a servicios exclusivos, bienes de lujo y oportunidades que están fuera del alcance de gran parte de la población. Si te has preguntado a qué clase perteneces o qué tan lejos estás de la clase alta, hoy sabrás la respuesta.
Pertenecer a la clase alta implica tener un nivel de ingresos que permita costear educación privada, atención médica de primer nivel, viajes internacionales y un estilo de vida cómodo.
Este sector, aunque reducido, concentra una porción significativa de la riqueza nacional. En comparación, la clase media y la clase baja enfrentan limitaciones para cubrir necesidades básicas y aspirar a mayores oportunidades. Para que te hagas una idea:
Ahora bien, ser parte de la clase alta en México en 2025 requiere ganar casi cuatro veces más que una persona de clase media y más de seis veces el ingreso promedio de alguien de clase baja.
Según estimaciones recientes, el ingreso mensual mínimo para pertenecer a la clase alta en México este 2025 es de 77,975 pesos. Este monto refleja no solo una capacidad económica considerable, sino también una marcada desigualdad con el resto de la población, donde la mayoría gana una fracción de esa cantidad.
Comparémoslo con el salario mínimo, que desde el primer día de este 2025 experimentó un incremento del 12%, pasando de 248.93 pesos a 278.80 pesos, lo que equivale a un ingreso mensual de aproximadamente 8,364 pesos.
Mientras tanto, en la Zona Libre de la Frontera Norte, el salario mínimo diario subió de 374.89 pesos a 419.88 pesos, alcanzando un ingreso mensual de alrededor de 12,596 pesos. Incluso este aumento sigue dejando una diferencia abismal con la clase alta en la actualidad.
Además, factores como la inflación y el aumento del costo de vida hacen cada vez más difícil para la población en general mejorar su posición económica. Ser de clase alta no solo implica tener un ingreso elevado, sino también la capacidad de ahorrar, invertir y mantener un estilo de vida que permita estabilidad y crecimiento.
Sin embargo y lamentablemente, estas posibilidades permanecen fuera del alcance de una gran parte de la población, marcando una brecha que, a pesar de los avances, sigue siendo un desafío para México.