Guardar dinero es una práctica fundamental para lograr estabilidad financiera, sin embargo, existe un método de ahorro que podría causarte problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
En México existen varias formas de guardar dinero, como las cuentas de ahorro, inversiones en Cetes, fondos de inversión o planes de retiro.
Uno de los métodos de ahorro más comunes y arraigados en la cultura mexicana son las tandas, las cuales podrían causarte problemas con el SAT si no se manejan adecuadamente.
Las tandas son un método de ahorro colectivo que ha sido utilizado tradicionalmente en México.
Un grupo de personas acuerda aportar una cantidad fija de dinero en intervalos regulares (generalmente mensuales), y cada participante recibe en turnos el monto total de las aportaciones.
Este método puede parecer inocuo y ha sido parte de la cultura financiera de muchos mexicanos, el SAT ha comenzado a monitorearlo debido a la falta de transparencia fiscal.
El problema principal surge cuando el monto ahorrado y recibido por los participantes no es declarado.
Según el SAT, cualquier transacción que implique la recepción de dinero por un monto igual o mayor a 15,000 pesos debe ser reportada ante la autoridad fiscal.
Si los fondos no se declaran, los participantes podrían ser acreedores a multas o sanciones, ya que el SAT puede considerar que se trata de ingresos no justificados o posibles casos de evasión fiscal.
A pesar de la vigilancia que el SAT ha comenzado a aplicar sobre este tipo de ahorro informal, el organismo ha sido claro en un punto: las tandas no generan impuestos, siempre y cuando el dinero se maneje de manera transparente y se declare de forma correcta cuando corresponda.
Esto incluye el uso adecuado de términos en las transferencias bancarias, donde se debe especificar que el dinero está relacionado con una tanda, para que se evite cualquier sospecha de evasión.
El SAT ha desmentido ciertos rumores que circulan en redes sociales, donde se especula que actividades como las tandas, o incluso las ventas por catálogo de productos como tuppers o cosméticos, están sujetas al pago de impuestos. El SAT aclaró que estas actividades, en sí mismas, no están gravadas.
Los impuestos son tributos o cargas que los ciudadanos están obligados a pagar como consecuencia de determinados hechos, actos o negocios sin que exista una contraprestación directa por su pago. Son necesarios para sostener el Estado del bienestar.
Dado que suponen un gasto para empresas y familias, la planificación fiscal es fundamental para mantener una buena salud financiera, tanto en el ámbito personal como empresarial, y poder hacer frente a su pago.