Desde hace meses, la ciudad de Xalapa se estaba alistando para recibir a decenas de atletas de deporte adaptado que participarían en el World Para Athletics Grand Prix, una competencia de clase mundial para deportistas con alguna discapacidad.
Sin embargo, el Estadio Xalapeño, lugar donde hoy se realizó la ceremonia de inauguración, fue duramente criticado por los participantes, ya que el inmueble no fue preparado para la llegada de personas en sillas de rueda o con otra discapacidad motriz, quienes tuvieron que ser levantadas a lo largo de las escalinatas del histórico inmueble.
Las y los atletas que vivieron este incómodo momento coincidieron en una frase "pero qué sufrir", esto mientras eran cargados por las escalinatas del inmueble frente a cientos de personas, que tampoco daban crédito a la situación.
Sin embargo, no es el primer momento embarazoso que el estado vive con atletas con discapacidad. Algo similar ocurrió en días pasados en el aeropuerto de Veracruz, con la paraatleta Kayla Woputz, quien tuvo que bajar a rastras de la escalera del avión.
El momento se hizo rápidamente viral en las redes sociales, y trajo de vuelta el sebate sobre si los gobiernos en realidad se preocupan por espacios para personas con condiciones de movilidad limitada.