Solo unidos saldremos adelante

El pasado 12 de diciembre se festejó un aniversario más de la aparición de la Virgen de Guadalupe en nuestro país.

Durante varios días se llevaron a cabo infinidad de peregrinaciones que acudieron a los templos y capillas de México y del extranjero, donde millones de personas participaron con entusiasmo, motivadas exclusivamente por la fe en lo que muchos consideran un día de fiesta nacional.

No hubo en las peregrinaciones citadas acarreados, amenazas para que las personas acudieran, ni pases de lista para comprobar su asistencia. Tampoco tortas ni refrescos. Nadie fue reprendido ni despedido de su empleo si no participó.  Esa sí fue una manifestación auténtica y voluntaria de alegría y participación popular.

La razón es muy simple. México se siente bendecido y agradecido al haber sido escogido por la Madre del Redentor para aparecerse al humilde indio Juan Diego en el año 1531.

Dicho acontecimiento vino a unir a todos los mexicanos y ayudó significativamente a convertir al cristianismo a quienes entonces habitaban en el territorio de lo que ahora es nuestra patria: México.

La veneración a la Virgen de Guadalupe, también conocida como la Morenita del Tepeyac por sus rasgos indígenas, se arraigó tanto dentro de los sentimientos más nobles de nuestro pueblo, que desde hace casi 500 años sirve de lazo de unión entre todos los mexicanos, independientemente de su condición económica, social y cultural.

Y esto se logra porque la mayoría entiende que, ante el Creador, todos los seres humanos somos iguales.

Así como se dice que la fe mueve montañas, resulta que también mueve multitudes. Fueron millones de personas las que asistieron a las distintas ceremonias religiosas que se celebraron.

Termino con una importante reflexión que deseo compartirles:

Mientras la Virgen Morena muestra su amor por los mexicanos y nos invita a la unidad, a la concordia y a despojarnos del miedo que ante un futuro incierto nos invade; porque en su mensaje le dijo claramente a Juan Diego: No temas. ¿No estoy yo aquí que soy tu madre?, resulta que desde la cúpula de un partido político que utiliza el nombre de MORENA como una estrategia de mercadotecnia política para resultar atractivo a la población menos ilustrada, se promueve un día sí y otro también a través de la llamada conferencia mañanera la confrontación y se divide a la comunidad entre buenos y malos. Buenos según ellos son los que están con ese partido. Malos los que cuestionan los escasos resultados obtenidos y la polarización social que se promueve como una forma de generar simpatías artificiales entre quienes viven resentidos y reciben dinero regalado dinero público a cambio de prácticamente nada, con excepción de su voto.

Este tipo de prácticas eran criticadas severamente por quien entonces era candidato a la presidencia. Desafortunadamente ahora que está en el poder, las revive, recicla y utiliza para mantener su popularidad.

Veremos si esas simpatías continúan cuando se acabe el dinero del erario y ya no quede nada por repartir.

¿No les parece a Ustedes?

Muchas gracias y buen fin de semana.