Ya perdí la cuenta de los años que tengo de trabajar en esta empresa y se me ocurrió pedir unos días de vacaciones. La jefa de recursos humanos Nancy Moreno se me quedó viendo como desconcertada por haber solicitado unos días de descanso.
-Cómo se atreve… fue su tajante respuesta.
Creo que tengo derecho le respondí tímidamente.
-Si debería estar agradecido de que le haya dado trabajo, fue el tono elevado de su respuesta. Tantos años de estarlo manteniendo y ahora quiere irse a parrandear, no quiero reportarlo con su jefe inmediato y así siguió en su larga perorata, hasta que finalmente me dijo: ¡Sáquese! ¡Sáquese! y cierre la puerta al salir.
Me quedé pensando varios días que tenía que hacer, decidí en contarle al director el periodista Silverio Quevedo, lo que quería de mis merecidas vacaciones de varias décadas de no salir a ningún lado y pedí que me recibiera y cuando le plante mi petición ni siquiera me peló. Con la mano me hizo la seña que me saliera.
A mi manera de ver yo había hecho toda la odiosa tramitología burocrática los dos me dijeron una verbal y otro con la señal que me fuera y hasta me pidieron que cerrara la puerta, ninguno dijo que tenía que quedarme así que tomé mis vacaciones de tantos años y decidí salir de Veracruz, fui a la línea de camiones y le pregunté el destino más lejano que tenía y compré mi boleto a ver cómo me va. Ni siquiera sé a dónde me llevará el destino.
La razón de escribir estas líneas es por mis cuatro, digo tres lectores uno ya partió de este mundo y tengo la obligación de informarles que no va aparecer Maquiavelo por cerca de una semana y media para que ahorren el pago del ejemplar que religiosamente compran para ver si se sacaron la lotería y de paso leen a este decano reportero.
Cuando regrese no me vayan a salir que violé la ley de trabajo, que los códigos laborales y toda la monserga que abandone sin permiso, yo sí avisé y lo hice con mis jefes, a los dueños no los molesto con estas nimiedades de un reportero que se inició con las máquinas de escribir, los linotipos y las prensas planas de hoja por hoja y que cubría todas las fuentes ya que era el único que había estudiado gramática….
¡Ahí nos vemos!