La guerra sucia en su máxima intensidad en un proceso electoral conflictivo al máximo, pero ante todo se presenta un clima de polarización entre algunos sectores de la población, sin que la mayoría de los ciudadanos de este país, se interesen en escuchar las agrias críticas de los detractores y enemigos del presidente AMLO, que va hacia un objetivo de sacar adelante al país contra viento y marea.
Los efectos de quienes pretenden polarizar aún más a un país, que a pesar de que los poderes cupulares se encuentran abiertamente con una bandera de oposición al gobierno federal.
Pero en la realidad, las mayorías los ciudadanos de este país, se muestran ausentes a las criticas despiadadas de los que andan tratando vanamente de descarrilar al tren de la Cuarta Transformación y de Morena, que recibe duros golpes mediáticos en el día a día.
Los duros golpes del gobierno actual en contra de la corrupción y la impunidad, más los abusos de poder, son parte de las acciones de un mandato que trata de corregir el rumbo a noventa años de los del grupo de poder que se fueron con una derrota contundente del pasado 1 de julio de 2018, con el triunfo presidencial de AMLO.
Aun así, la política es de acuerdos, y no pasa nada, cuando por encima de esos conflictos que polarizan, al final se dará un resultado equilibrado de las próximas elecciones, en donde se vislumbra un voto diferenciado normal, que posicionada a la nueva cámara de diputados federal con una mayoría favorable a la Cuarta Transformación que encabeza el político tabasqueño.
El presidente López Obrador, experto en la guerra sucia y mediática, va haciendo historia en la puesta en marcha de políticas públicas que han llevado la justicia social a los adultos mayores con el otorgamiento de pensiones.
Con estas y otras acciones de amplio beneficio al campo, y a la educación con becas en favor de los que menos tienen, se va haciendo historia y en el mundo, se habla del presidente AMLO, con buenos resultados a pesar de toda la nube de confusión que se intenta poner en el territorio nacional, y a los mediáticos la gente no les hace caso, porque esto ha sido siempre en la política en este país.
Los escenarios se complican y mientras en plena pandemia, la gente se muestra atenta a una vacuna que potencializa el fin del Covid-19, en el corto plazo.
Los tiempos por venir difíciles en la economía y en el desempleo, más el temor del contagio del virus que tiene en alerta máxima al mundo, son parte de los ingredientes en donde los ricos que también lloran, no se tocan el corazón para tratar de voltear su mirada hacia los pobres, que siguen en su luna de miel con el presidente, que vence obstáculos a pesar de quienes no lo dejan gobernar, no han podido hacer daño a su imagen, cuando los niveles de aceptación le son favorables y más ahora, que nunca.
Pero, los que olvidan que la política es de acuerdos, seguirán haciendo corajes, por lo visto. Así las cosas.