Veracruz cerró 2022 e inició 2023 de la peor manera en términos de violencia y actividad delincuencial.
A los atentados que cobraron la vida del tesorero del Ayuntamiento de Tezonapa y del presidente municipal de Rafael Delgado, se sumaron otros hechos violentos que dispararon los índices del homicidio doloso.
Medios informativos estatales consignan los casos de 22 personas asesinadas en la entidad durante las últimas horas de 2022 y las primeras del presente año.
Durante el primer día de enero, en Poza Rica, norte veracruzano, se reportaron ocho asesinatos en una serie de ataques contra bares establecidos en ese lugar, que antes era considerado un polo de desarrollo petrolero. Derivado de esos hechos, otras cinco personas resultaron heridas.
Poza Rica vuelve a ubicarse, como hace una década, entre los puntos de la geografía veracruzana considerados como “zonas calientes” por la intensa actividad delincuencial y la ola de violencia.
Entre 2007 y 2015, ese punto de la zona norte de la entidad enfrentó un problema por la operación de grupos del crimen; decenas de establecimientos comerciales bajaron sus cortinas, ante la exigencia de cobro de piso por parte del hampa. La extorsión y el secuestro también fueron parte de la queja cotidiana de los empresarios locales.
En 2008, por ejemplo, un caso que pintó a la perfección el clima de violencia que se registraba en este lugar fue el secuestro y asesinato del empresario Enrique Rodríguez, propietario de Autotransportes Poza Rica-Coatzantla (ATPC), quien había contendido por la presidencia municipal de este lugar petrolero, como abanderado del PRD.
La lista de personas secuestradas, levantadas o asesinadas en ese periodo en la zona de Poza Rica, Tihuatlán y Coatzintla es larga, lo que ubicó a este municipio en la lista de los más violentos del estado, junto con Coatzacoalcos, Córdoba-Orizaba, Martínez de la Torre y Veracruz-Boca del Río.
En la zona norte de Veracruz, no hubo en un lapso de 8 años, municipio más violento y más peligroso que Poza Rica.
Este primero de enero, una vez esta ciudad regresa al mapa nacional de la violencia por los ataques armados perpetrados en tres bares, ubicados en las colonias Ávila Camacho, El Manguito y Petromex, relativamente cerca de la salida hacia el municipio de Papantla y del pozo petrolero de Santa Águeda.
Muy cerca de este lugar, por cierto, está la carretera que comunica a Papantla, Coatzintla y Poza Rica con los municipios de la zona del Totonacapan; en esa zona fue levantado el 23 de diciembre el comandante de la Policía de Espinal; una semana después, el último día de 2022, los restos de la víctima fueron hallados dentro de bolsas de plástico, sobre la carretera El Chote-Coyutla. ¿Coincidencia o lucha por el control del territorio entre bandas delictivas?
No fueron los únicos casos: hubo otros hechos violentos que cobraron vidas en Álamo, Gutiérrez Zamora y Martínez de la Torre –zona Norte de Veracruz–; así como en otros puntos de la geografía estatal, como Córdoba –Centro del estado–, Minatitlán –Sur de la entidad–, y Coatepec –región capital–.
@luisromero85