Interesante charla mañanera con el maestro José Pablo Robles Martínez, quien dejó su carrera de médico cirujano y partero, para estudiar como uno de los más aventajados alumnos y egresados de las primeras generaciones de la Facultad de Periodismo en la UV.
En la plática presente el maestro Francisco Blanco Calderón, discípulo cercano de Robles Martínez, desde el ejercicio profesional del periodismo, ambos emulando como reporteros al periodista polaco Ryszard kapuscinski, porque han recorrido el mundo, siempre en busca de la noticia, y por lo mismo expertos en la geopolítica.
Desde las últimas cinco décadas no han dejado de escribir sus puntuales crónicas en el día a día.
El maestro Robles, ya ejerciendo la medicina en pleno servicio social en el hospital Leñero, en donde recuerda que en aquel tiempo, los médicos desde las urgencias, hacer las cirugías eran parte de lo cotidiano por tratarse de los hospitales como el de la Cruz Verde, en donde se recibían a diario los heridos de accidentes de todo tipo y se atendían a las urgencias.
Del humanismo hipocrático al humanismo de Gutenberg, fue un cambio de vida inspirado por la invitación de los hermanos Moreno, Gaby con su orquesta e Idelfonso, que le exhortó a incursionar en el periodismo para dedicarle tiempo a una segunda carrera, que no sólo le cambió la vida, sino lo atrapó para siempre, dejando la bata de médico y el estetoscopio en el ropero y cambiarlos por la pluma y la máquina de escribir.
Con la sencillez inaudita y su voz suave de siempre, el maestro Robles, comenta todas aquellas peripecias cuando le tocó ser el segundo en titularse en la historia de la Facultad de Periodismo de la UV, luego de una sana competencia con el maestro Paco Gutiérrez, a quien lo deja pasar sólo “Por Una Cabeza” como en el tango famoso de Carlos Gardel.
Los recuerdos fluyen ante los expectantes oyentes de las vivencias de aquellos tiempos, luego como maestro y secretario académico de la Facultad de Periodismo de la hoy Facico, y como si fuera ayer aparecen las remembranzas de aquellos tiempos de don Félix de Cantalicio Martínez, primer director de su alma mater.
Desde esos tiempos de escudriñar en el incipiente periodismo, don José Pablo Robles, narra aquellas etapas de su vida diaria como editor del periódico de las historias cañeras de la Cuenca del Papaloapan con el profesor Octaviano Corro, a quien lo recuerda como un hombre sabio que desde su esfera de la vida política, lo compartió con el periodismo en una doble faceta de amplio reconocimiento.
La vida en Cosamaloapan y en Carlos A. Carrillo, quedaron grabado en su corazón para siempre y por eso dice que agradece el cariño de sus colegas periodistas y de las autoridades municipales del lugar, que le hicieron recordar aquel tiempo en una región que era más que un paraíso por su gente y la exquisita gastronomía, “podías comer caldo de langostino, y uno sólo uno llenaba el plato por el enorme tamaño, esto ya es parte del recuerdo de esa época.
Después, nos lleva de la mano cuando llegó como jefe de redacción al Heraldo de México, y conoció de todas aquellas figuras del periodismo ya con mucha solidez, y los que apenas comenzaban como Joaquín López Dóriga, que escribía la columna del aeropuerto de la ciudad de México: Pista 5.
De los días difíciles del 68 que desde la redacción se daba la nota de ocho columnas al drama de los jóvenes estudiantes, y que nada pudo detener la información, ni con la censura.
Inconmensurable el recuerdo de vida y de trabajo profesional, hoy en boga con el reconocimiento a toda una trayectoria en el periodismo como reportero, columnista y editor.
Del futuro, dice que Andrés Manuel López Obrador, es y ha sido el mejor presidente de los últimos tiempos del país, su acción da pauta al desarrollo de los gobiernos de la izquierda en América Latina, y que ve a Marcelo Ebrard, como su más viable sucesor por capacidad y experiencia.
Y del estado de Veracruz, opina que el panorama se ve difícil en su sucesión, por tratarse de la entidad más politizada del país, y aquí se requiere de un mayor trabajo político.
Don José Pablo Robles Martínez, ejerce el periodismo con una clara visión de transparencia, pluralidad, apego a la verdad y de no ceder nunca a la censura oficial como dogma de su vida profesional.
Además dice, de que no escribirá sus memorias periodísticas, por considerar estar en contra desde siempre de una lucha contra el ego, que puede aflorar en los seres humanos de forma natural. Así las cosas.