Que bien que la gran mayoría de los columnistas no conocen el pensamiento rebelde del presidente López Obrador, cuando tachan esos periodistas de insurrecto al canciller Marcelo Ebrard por publicar un libro y donde señala algunos puntos de desacuerdo con el gobierno de la cuarta transformación.
Se les olvida que esa actitud sumisa y entregada de los servidores públicos que a todo dicen que sí y que están de acuerdo aun cuando les afecte y le resulta molesta ciertas disposiciones gubernamentales, el tabasqueño que toda su vida mostró un rechazo a acciones autoritarias de los gobiernos. Una persona obediente, dócil y manejable no es del agrado del activista tabasqueño que toda su vida rechazó cualquier tipo de sometimiento y subordinación.
Se equivocan rotundamente los que critican del secretario de Relaciones Exteriores, Ebrard Casaubón, su independencia personal, lo califican de indisciplinado y que anda buscando su candidatura fuera de Morena.
Se trata de una persona diferente a los gobernantes mansos y resignados.
Lo mismo ocurre con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que conoce a la perfección la forma de ser de su paisano, el presidente de México. Es de los que reconoce cuando existe una equivocación o un error al aceptar que son formas y estilos de los seres humanos de ejercer el gobierno.
Los que creen que para quedar bien con el presidente López Obrador apoyan a la supuesta preferida del jefe del ejecutivo federal la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum le rinden pleitesía, están equivocados porque a la misma funcionaria ese nefasto personal en lugar de ayudar les estorban y no puede haber empatía hacia ese tipo de funcionarios arrastrados, máxime cuando ocupan cargos públicos.
Existe un registro de estos servidores públicos que han manifestado su abierta preferencia hacia una candidatura presidencial o de una gubernatura y aunque hayan acertado, por propia conveniencia del funcionario elegido los hace a un lado.
En las mañaneras cuando se refiere a periodistas famosos los exhibe por sus grandes fortunas, cuando no es secreto para nadie que los sueldos en los medios de comunicación no son para nada atractivos y ese tipo de comunicadores millonarios son quienes venden su silencio ante los atracos e injusticias de autoridades y en el pasado a gobiernos neoliberales.
El periodista veracruzano Ángel Álvaro Peña, uno de los que fueron muy reconocidos que trabajaron al lado del Alberto Peniche Blanco que ponía a temblar a los altos ejecutivos de Televisa, recientemente fue entrevistado por un medio local. En el diálogo sostenido manifestó su malestar cuando trabajó con el gobierno estatal.
En una parte de la entrevista menciona que el gobernador Cuitláhuac García cuando resultó electo se refirió al tuxpeño con un grito de alegría “ya ganamos” cuando dan los resultados del proceso electoral, de manera honesta y sincera le corrigió: Él que ganó fue López Obrador” al igual que lo que ocurrió en todo el estado con los senadores y diputados federales y todos que participaron en esos comicios.
Donde el memorable e histórico tsunami electoral del tabasqueño los arrastró. El director de la revista “Políticos al Desnudo” era conocido entre los reporteros de la presidencia de los medios nacionales como el famoso ‘Yaqui’ por su altura y sentido de la verdadera amistad.