“Al centrar, como es debido, nuestras energías en la lucha contra el cambio climático, debemos tener cuidado de no descuidar la capa de ozono y estar atentos a la amenaza que supone el uso ilegal de gases que agotan la capa de ozono”.
António Guterres. Secretario General de las Naciones Unidas.
El 16 de septiembre de 1987 se firmó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. En conmemoración a este acto, la Asamblea General de la ONU proclama cada 16 de septiembre el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
En este año 2022 bajo el lema, Protocolo de Montreal@35: cooperación global para proteger la vida en la tierra, se cumplen 35 años de la adopción del Protocolo de Montreal, uno de los acuerdos medioambientales de mayor éxito donde se demostró que la cooperación es la vía para conseguir avances reales en materia medioambiental.
La capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta.
La utilización durante años de ciertos productos químicos había dañado la capa, poniendo en peligro la existencia del ser humano y la del resto de seres vivos del planeta. Un esfuerzo internacional conjunto permitió la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotaban la capa de ozono, ayudando no solo a protegerla para la generación actual y las venideras, sino también a mejorar los resultados de las iniciativas dirigidas a afrontar al cambio climático.
El objetivo principal del Protocolo de Montreal es la protección de la capa de ozono mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial y el consumo de sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas, sobre la base del progreso de los conocimientos científicos e información tecnológica.
El Protocolo de Montreal se estructura en torno a varios grupos de sustancias destructoras del ozono. Los grupos de sustancias químicas se clasifican de acuerdo a la familia química y se enumeran en los anexos al texto del Protocolo de Montreal.
Exige el control de casi 100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo o anexo de sustancias químicas, el Tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente eliminarlas por completo.
La aplicación del Protocolo de Montreal ha progresado bien en los países desarrollados y países en desarrollo. Todos los calendarios de eliminación se han respetado en la mayoría de los casos, algunos incluso antes de lo previsto.
Con este acuerdo, se demostró que el multilateralismo y la cooperación mundial efectiva funcionan. Ahora, la capa de ozono se recupera poco a poco, permitiendo que siga protegiendo a la humanidad de la radiación ultravioleta del sol.
Este esfuerzo mundial para eliminar las sustancias que agotan la Capa de Ozono ha contribuido a que hoy en día se esté recuperando, protegiendo a su vez la salud humana, las economías y los ecosistemas.
#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.