Casi pasó desapercibo, pero esta semana fue designado José Manuel del Río Virgen como director de Control Interno y Evaluación Técnica de la Comisión de Vigilancia e la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados, puesto en el que obviamente fue impulsado por su amigo y jefe político Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política en la cámara baja.
El veracruzano ya fue uno de los hombres clave durante la legislatura pasada, cuando el mismo Monreal lo colocó como secretario técnico del Senado de la República. Ahora, tendrá una posición privilegiada para revisar las auditorías de los recursos federales que realice la Auditoría Superior de la Federación (ASF), incluido el gasto federalizado que es ejercido por los gobiernos estatales.
Es en aquí cuando su nombramiento cobra relevancia para Veracruz. José Manuel del Río Virgen tendrá acceso privilegiado a la revisión del gasto federalizado que ejerció el exgobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, en su último año de administración y vaya que hay historia entre los dos.
Del Río Virgen fue perseguido por la justicia durante el gobierno de Cuitláhuac García, acusado por el homicidio de Remigio Tovar, candidato a la alcaldía de Cazones de Herrera por Movimiento Ciudadano que fue acribillado unas horas antes de las elecciones.
Las acusaciones en su contra se cayeron porque logró demostrar las faltas de pruebas para su detención, entre otros vicios cometidos por la Fiscalía General del Estado (FGE); sin embargo, eso no lo libró de pasar una estancia en el penal de Pacho Viejo y de pasar como un preso político del exmandatario.
La detención de José Manuel del Río Virgen por el gobierno de Cuitláhuac García se dio, de hecho, cuando el exgobernador mantenía una afrenta mediática con el entonces senador Ricardo Monreal, quien sin importar que ambos compañeros de militancia en Morena, exhibió el uso de la fuerza pública a contentillo del exmandatario veracruzano, cuando promovió que se tipificara el delito de ultrajes a la autoridad, que después de una fuerte presión desde el Senado y por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tuvo que ser derogado.
Ahora los papeles son distintos, Cuitláhuac García se encuentra en otra posición y José Manuel del Río Virgen en un lugar en el que tiene todo a su alcance para auditar el desempeño del exgobernador morenista, sin ser él directamente quién al final haga público cualquier señalamiento que encuentre en caso de que haya irregularidades en el manejo de los recursos. Bien dicen por ahí que los verdugos de ayer, serán los corderos del mañana.
X: @VictorToriz