A diferencia de Ricardo Ahued y Amado Cruz Malpica, alcaldes electos de Xalapa y Coatzacoalcos –ambos municipios gobernados por Morena–, a cuyas candidaturas les metieron presuntamente decenas de miles de votos más de los que en realidad recibieron en las urnas, a Ricardo Exsome, quien contendió por la alcaldía del puerto de Veracruz, sospechosamente no recibió el mismo apoyo de los operadores políticos y electorales del partido gobernante pese a que el exdiputado federal disputaba el ayuntamiento en poder de la familia Yunes Márquez, enemiga acérrima del gobernador Cuitláhuac García y del presidente López Obrador.
Exsome, ahora, ha tenido que litigar en los tribunales electorales para que se anulen los comicios ante el cúmulo de irregularidades que se suscitaron desde el registro ilegal de la candidatura de Miguel Ángel Yunes Márquez, la que al serle anulada se la endosó a su esposa Patricia Lobeira, recién confirmada como alcaldesa electa por la Sala Regional del Tribunal Federal Electoral no obstante las evidencias sobre diversas anomalías que presentaron los abogados del excandidato de Morena, principalmente del derroche que rebasó el tope de gasto de campaña y la presunta intromisión del alcalde en funciones Fernando Yunes, cuñado de la abanderada de la alianza PAN-PRI-PRD.
La ratificación del impugnado triunfo de Lobeira se da casi simultáneamente con el de la planilla yunista encabezada por Federico Salomón Molina, quien superó por 589 votos de diferencia a la del dirigente Joaquín Guzmán Avilés, en la contienda interna por el Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN para el periodo 2021-2024.
Salomón Molina, como se recordará, sustituyó de última hora como candidato a presidente del CDE a Tito Delfín, exalcalde de Tierra Blanca que desde finales de noviembre se encuentra bajo prisión preventiva por un proceso penal iniciado en 2017 por los presuntos delitos de fraude y abuso de autoridad cometidos durante su administración municipal.
Presuntamente, la detención del exmunícipeterrablanquense, la disputa en tribunales de la alcaldía porteña y el encarcelamiento de otros excandidatos panistas, como Nicolás Ruiz Roset, de Minatitlán, habrían sido expuestos en la reunión que la cúpula nacional del PAN, encabezada por el dirigente Marko Cortés Mendoza, sostuvo el antepasado lunes 13 con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Seguramente el empoderamiento de la familia Yunes Márquez debió caer como balde de agua helada a los morenistas y expriistas, ahora aliados de la 4T, que aseguraban desde 2018 que el jefe del clan, el exgobernador Yunes Linares, terminaría tras las rejas una vez que López Obrador y Cuitláhuac García asumieran el poder.
Sin embargo, pese a las denuncias acumuladas en la FGE y FGR en contra de los Yunes, hasta ahora ninguno ha sido obligado a comparecer.
La última denuncia penal fue presentada en mayo pasado en contra de Miguel Ángel Yunes Márquez. El entonces diputado federal de Morena, Julio Carranza, lo acusó ante la FGR de traficar contratos con empresas fantasma por alrededor de 350 millones de pesos en el sector salud durante la administración estatal de su padre (2016-2018).