¡Vamos a ponernos serios un ratito, paisanos…!
En la compleja estructura municipal, el secretario de Gobernación desempeña un papel crucial, siendo responsable de garantizar soluciones efectivas a las demandas de la población.
Este funcionario no solo canaliza los asuntos prioritarios del municipio, sino que también mantiene el orden administrativo, siendo una figura clave en la toma de decisiones.
¡Asuuuu… pero qué bonito…! Seguimos.
Una de las funciones primordiales de esta posición es fortalecer las instituciones gubernamentales a nivel municipal.
Esto implica la creación de relaciones armoniosas con otros niveles de gobierno y organismos sociales.
En pocas palabras, es crucial que el Secretario de Gobernación conozca a fondo a los actores políticos y sociales de la demarcación. ¡Ser el más pilas del pueblo!
Esta comprensión profunda se traduce en ser uno de los individuos mejor informados del municipio, capaz de anticipar necesidades y responder eficientemente a los desafíos.
Pero no te me aloques o “lubriques” cosas que no son. Esta labor no implica la creación de organismos de vigilancia intrusiva como los CDR cubanos o la Stasi alemana.
A diferencia de estos enfoques, el objetivo es conocer y atender los asuntos locales para evitar que los problemas lleguen a convertirse en crisis que afecten la gestión del alcalde, es la neta, que no le destrocen la puerta.
De ahí que a los que conocen un poco del tema les pareció muy alocada la petición que realizó al inicio de la administración de Amado Cruz Malpica, el secretario de Gobierno de Coatzacoalcos.
Quien solicitó a una persona que, como gran conocedor de la administración pública y de los personajes ligados a la prensa, le hiciera para “su consumo personal” tarjetas informativas con todos los detalles profesionales y personales de los periodistas de Coatzacoalcos y hasta dueños de medios de comunicación.
¿Pa' qué quería saber hasta en qué bar se meten los tundeteclas?, como si fuera información del Área 51 de Estados Unidos.
Una vez integrado el expediente de los periodistas, pues proceder con los actores sociales y políticos.
Esa fue la propuesta. Sin embargo, por azares de la vida y lo que se empezó, no se terminó, ya que la vida laboral del encargado dio un vuelco y el aprendiz de jefe de espionaje se quedó con las ganas de obtener la información fidedigna de cada reportero y dueño de medio de comunicación.
Así las historias en el rancho.
¿Pero para qué andar espiando a periodistas como en novela de misterio, sino te enteras ni cuándo viene la manifestación al parque Independencia?