¡Ay nanita! Ahora sí que Dante Delgado anda como picada de chicharrón en salsa en sartén caliente.
Y es que el martes, justo cuando el sol pegaba más fuerte, se soltó el mero chisme en redes: resulta que el INE, con la mano en la cintura, decidió que, por eso de la paridad de género, el dueño de Movimiento Ciudadano se iba a quedar sin curul en el Senado.
¡Ándale! Y no solo él, también su compadre, el priista regio Francisco Cienfuegos, quien ya se veía con su fuero bien puesto. Pero, como dice el refrán, “Dios aprieta, pero no ahorca”, aunque en este caso parece que el nudo está bastante apretado.
El proyecto preliminar del INE dice que la tercera pluri de MC no va para Dante, sino para Amalia García.
Y eso, señoras y señores, es como quitarle la botana al borracho. Porque si se queda sin escaño, a Dante lo van a dejar como soldadito de plomo en tiro al blanco de una feria en Mata Cocuite.
Ya me imagino a los de Morena afilando la puntería, listos para darle con todo.
Ahora, Dante, que es tan calmado como el río Coatzacoalcos en época de lluvias, no se quedó callado. ¡Cómo creen!
El hombre salió a las redes sociales como si le hubieran echado un balde de agua fría, gritando a los cuatro vientos que esto es “absurdo, antidemocrático e ilegal”.
Que los del INE se pasaron de lanza y que la cosa está más chueca que el rabo de un cochino. A ver, porque según él, la asignación que están proponiendo es una “injusticia que contradice la ley”, como si la justicia en México no fuera ya una novela de realismo mágico.
Y es que dice mi abuelita que no hay que buscarle tres pies al gato, pero aquí el gato ya se quedó sin patas.
Dante asegura que esto es parte de una “ingeniería electoral” montada desde las entrañas del poder, para que Morena y sus aliados se salgan con la suya y tengan una mayoría calificada en el Congreso.
Es como si armaran un rompecabezas donde las piezas solo encajan para un solo equipo, y a los demás, pues, que se los lleve el viento.
Pero, ¿qué dice el Dante? Que no va a descansar, que va a luchar hasta que el voto de los ciudadanos sea respetado. ¡Vaya, vaya! Como si los votos fueran frijoles y a cada quien le tocaran en una medida justa.
El pobre Dante ya debe estar sudando la gota gorda, pensando en cómo le van a repellar el escaño. Y no es para menos, porque la cosa está más enredada que los calzones después de lavarlos en el río.
Según el dictamen, MC tiene una subrepresentación de mujeres, y como la paridad es la ley del día, pues el último espacio tiene que ser para Amalia García.
Dante, que ya se veía cómodo en su curul, ahora tendrá que ver de lejitos la dieta. Y aquí no hay vuelta de hoja, porque el primer lugar en el Senado será para Luis Donaldo Colosio por primera minoría, y las otras tres curules plurinominales, que se supone le tocarían a Clemente Castañeda, Alejandra Barrales y Dante, pues resulta que la última ahora es para Amalia.
El chisme es bueno, porque Dante estaba seguro de que, como Colosio ganó por primera minoría, la curul que él tenía asegurada sería suya. Pero ahora, por la bendita paridad, va para Amalia García. Y ahí está el señor Delgado, viendo cómo se le escapa el Senado de las manos, como agua entre los dedos.
Así que ya veremos cómo termina esta novela, pero una cosa es segura: el jaloneo apenas comienza, y como dicen por ahí, “el que se ríe al último, se ríe mejor”.
¿Será que Dante se queda con su fuero o que lo dejan como un soldadito sin batalla? ¡Hagan sus apuestas, porque esto se va a poner bueno!