Veracruz ante la reforma energética

Este miércoles 9 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó la reforma energética presentada en febrero por el ex presidente López Obrador. Esta reforma introduce importantes cambios en la estructura del sector energético del país.

Una de las modificaciones más relevantes es que tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejarán de ser consideradas Empresas Productivas del Estado para convertirse en Empresas Públicas del Estado. Además, se establece que la CFE tendrá prioridad sobre cualquier empresa privada en la generación y distribución de energía.

La Secretaría de Energía ha señalado que esta reforma no significa una exclusión de la inversión privada; por el contrario, se permitirá que la iniciativa privada participe en el mercado, aunque se garantizará que el Estado mantenga la mayor parte del suministro eléctrico del país.

Este tema es especialmente relevante para Veracruz, que, junto con Campeche, Tabasco y Tamaulipas, es uno de los estados más significativos en la producción petrolera.

Por otro lado y con respecto al sector eléctrico, gracias en gran medida a la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, Veracruz representa más del 9% de la generación nacional de energía eléctrica; y se posiciona como líder en la generación, transmisión y suministro de energía, junto a entidades como el Distrito Federal, Estado de México, Baja California, Chiapas y Coahuila.

Sin embargo, el sector energético en Veracruz presenta dos aristas. En primer lugar, a pesar de contar con más de 240 campos petroleros y reservas que representan el 24% del total nacional, hay áreas de producción, como Poza Rica, que enfrentan una economía empobrecida y en crisis. En este contexto, el anuncio de la gobernadora electa, Rocío Nahle, sobre una inversión de 3 mil millones de dólares en Poza Rica para la construcción de una planta de fertilizantes por parte de Mota Engil, es un paso crucial. Esta planta aprovechará las instalaciones del complejo Escolín, que había estado en desuso.

La segunda arista está relacionada con la generación de electricidad: la CFE produce desde Veracruz una parte significativa de la electricidad que demanda el país. Sin embargo, las tarifas eléctricas que enfrentan los consumidores en la entidad son elevadas, lo que ha generado descontento y reiteradas solicitudes a la Federación para que se reduzcan los cobros. Una revisión de estas tarifas podría mejorar la competitividad del sector industrial veracruzano.

La presidente Claudia Sheinbaum ya abordó esta problemática, comprometiéndose a revisar las tarifas que aplica la CFE en Veracruz. Además, aseguró que durante su mandato no se incrementarán los precios de la luz, el gas doméstico ni las gasolinas.

Ambos temas—la industria petrolera y las tarifas eléctricas—son fundamentales en la agenda de Veracruz, y su adecuada atención podría resultar en beneficios para la economía del estado.

@luisromero85