El escenario político rumbo a la alcaldía de Veracruz comienza a definirse. Entre los nombres que más resuenan entre los porteños se encuentra el de Rosa María Hernández Espejo. Su amplia trayectoria social, profesional y política la respaldan y la posicionan como una de las principales opciones para la candidatura de Morena a la presidencia municipal.
Cuando surge la pregunta: "¿Por qué Rosa María y no otras opciones?", la respuesta parece clara: es una mujer sencilla y directa, que conoce profundamente las necesidades de la gente del puerto, sabe escuchar y ha demostrado ser una defensora incansable de las causas de los más desprotegidos. Con ella, muchos consideran que se podría asegurar la victoria de la Cuarta Transformación en este municipio.
Aunque el proceso de selección apenas ha comenzado con el registro de las candidaturas y existen más aspirantes para el mismo puesto, Hernández Espejo ya destaca como una de las favoritas. Su compromiso social tiene raíces profundas, remontándose a sus años de juventud, cuando se unió a las luchas de figuras emblemáticas como Heberto Castillo y Rosario Ibarra en el puerto de Veracruz. En aquel entonces, como periodista —una de sus profesiones—, amplificó las voces de la izquierda y dio espacio a ciudadanos cuyos derechos eran ignorados.
Entre sus logros destacados se encuentra la defensa del humedal Tembladeras, cuando el exgobernador Fidel Herrera Beltrán intentó rellenarlo para construir un centro comercial. Gracias a su firmeza y liderazgo, esa batalla se ganó, dejando un precedente importante para la defensa del medio ambiente en la región.
Hernández Espejo es una mujer que no se arredra fácilmente. Su estilo de trabajo se basa en el contacto directo con la gente: puerta por puerta, casa por casa. No busca protagonismo mediático ni recurre a exhibicionismos; su compromiso con los que menos tienen se refleja en acciones concretas y constantes. Además, ha demostrado una capacidad de resiliencia admirable frente a campañas de desprestigio, saliendo siempre fortalecida.
En palabras de Hernández Espejo, que resuenan en consonancia con figuras como la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Rocío Nahle: "Es tiempo de mujeres". Y también es tiempo de que la ciudad y puerto de Veracruz sea gobernada por alguien con la experiencia y las habilidades políticas necesarias para enfrentar los retos de la región. Rosa María Hernández Espejo representa esa opción, una líder con historia, compromiso y visión para el futuro de Veracruz.
La asistencia de más de cuatro mil veracruzanos, liderados por la gobernadora Rocío Nahle García y organizados por la secretaria de Educación estatal, Claudia Tello Espinosa, en el informe por los primeros cien días de la presidenta Claudia Sheinbaum, es el reflejo del compromiso mutuo: de Veracruz con la Federación y viceversa.
La maestra Tello ha impulsado la inclusión de una nueva generación de líderes y activistas en la política veracruzana; dentro de este movimiento emergen figuras clave como Felipe Sosa Mora y Elías Calixto Armas, quienes, bajo la tutela de Tello, han renovado el activismo político con una visión fresca y comprometida. Su labor ha fortalecido la estructura social y política que respalda los ideales de justicia y bienestar promovidos por la Cuarta Transformación.
Estos primeros cien días de gobierno han demostrado que, pese a las adversidades, la Cuarta Transformación avanza con firmeza en México y en Veracruz. La presidenta Sheinbaum ha reafirmado que su administración es del pueblo y para el pueblo, y Veracruz, con su liderazgo y compromiso, se posiciona como un pilar fundamental en el camino hacia un México más justo, igualitario y próspero.
Sin duda, Veracruz no solo está de moda, como bien dice la gobernadora: es protagonista del presente y futuro de la transformación nacional.
@luisromero85