“Preservar y prevenir con la protección, usar y mantener a través del manejo, recuperar y restituir mediante la restauración, entender y decidir con el conocimiento, y valorar y participar mediante la cultura”; son unos de los conceptos modernos de la Conservación, que determinan el comportamiento hacia el entorno que nos rodea, con base a una serie de valores que nos da la educación ambiental entendiéndose esta, como una actitud ante la vida, que nos permite cuidar y preservar el medio ambiente.
Se habla de educación ambiental como el medio más efectivo para concientizar a la población sobre la necesidad de preservar el ambiente con miras a lograr una mejor calidad de vida en las generaciones actuales y futuras.
Pese a los esfuerzos por conservar los recursos naturales no se ha podido frenar el deterioro ambiental, debido, posiblemente, a que no logramos tener conciencia y actitud de respeto hacia la naturaleza.
Hace más de 40 años, en la Carta de Belgrado (Naciones Unidas. Coloquio Internacional sobre Educación relativa al Medio Ambiente. Belgrado, 1975) quedó asentado que la meta de la educación ambiental es “formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.
A partir de entonces, múltiples actores e instancias gubernamentales, académicas y de la sociedad civil han generado diversas rutas a favor de sociedades más justas y sostenibles.
Los retos para los próximos años pueden circunscribirse a nuevos o anteriores temas, pero de nueva cuenta, como se ha señalado, el mayor reto está en contribuir en la construcción de una ciudadanía formada y comprometida.
Por esto y ante el deterioro y la degradación del medio ambiente, es fundamental Promover una Cultura para la Conservación, en que toda la humanidad busque cambiar sus malos comportamientos y hábitos con su entorno, donde esa falta de cultura ambiental es la que ha llevado a la destrucción de todos los recursos naturales, ecosistemas y los elementos que hacen vida en el planeta tierra.
Las sociedades, gobiernos, padres, maestros, familias, empresas, organizaciones y toda la humanidad tienen la responsabilidad de fomentar y promover una educación por una cultura ambiental para lograr un desarrollo sostenible de las presentes y futuras generaciones. Es decir, formar y educar a los niños por medio de valores y buenas prácticas ambientales para la construcción de una cultura que permita proteger, conservar y mantener el medio ambiente.
El planeta necesita urgentemente de ciudadanos con educación ambiental y a su vez, una cultura de las generaciones para la conservación de los recursos, uso sostenible del agua, aire, suelo, flora y fauna, por medio de la formación de hábitos ecológicos y actitudes que permitan detener la actual problemática socioambiental que el mismo hombre ha generado por sus actividades insostenibles con su entorno natural.
La cultura ambiental debe lograr principalmente en la sociedad lo siguiente:
Equilibrio con la naturaleza, conciencia ecológica, manejo y aprovechamiento racional de los recursos naturales, valoración y respeto por la diversidad de vida en el planeta, consumo responsable; con participación, conocimiento, información, investigación, formación, capacitación y evaluación ambiental, para una mejor calidad de vida.
#CambiaUnaAccionCambiaTodo