Todos los gobernadores del país de cualquier partido político al que pertenezcan dependen financieramente de las partidas federales que les otorga la secretaría de Hacienda.
Por más rebeldes e independientes que se muestren, en el fondo ellos saben que deben quedar bien con el presidente de México.
Cuando empezaba Javier Corral de Chihuahua al igual que Jaime Rodríguez Calderón alias “El Bronco” de Nuevo León o Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco que aparentaban su virtual independencia cuando su presupuesto dependía cerca del 90 por ciento de los que le enviaban de la federación ya que su recaudación interna en la mayoría de los casos no llega al 15 por ciento. La única que se salva es la jefatura de la Ciudad de México que sólo requiere menos del 40 por ciento de su gasto corriente.
Se sentían virreyes y que podían gastar lo que quisieran, cuando no les alcanzaba se les hacía fácil endeudar al gobierno estatal.
En esta forma de rebeldía figuran los gobernadores panistas como Mauricio Kuri de Querétaro o el de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca por quien pesan graves denuncias penales y el de Michoacán Silvano Aureoles que se gastó mil 200 millones en renta de aviones.
No hay uno que se salve, esa es principal razón por la que nunca regresan a la entidad que gobernaron ante el temor de la gente que los repudia.
¿Cómo le hizo?
Mis respetos para el columnista Maquiavelo en su escrito del pasado jueves habla sobre el asesinato del candidato Luis Donaldo Colosio y en ese mismo día en la conferencia mañanera realizada en Mérida, Yucatán, se aborda la incomunicación y posible tortura de Mario Aburto, acusado de ser al autor material de ese crimen fraguado en Los Pinos por Carlos Salinas y José María Montoya. El gobierno federal lo protegerá si tiene otra versión sobre lo sucedido en contra del candidato presidencial del PRI.
¿Cómo se anticipó a lo que iba a ocurrir ese mismo día el viejo periodista? Conociéndolo nunca menciona sus fuentes y guarda en secreto esas delicadas confidencias informativas.
Tabasqueño en apuros
El tabasqueño Octavio Romero se las vio negras ante las acusaciones de la bancada panista en la cámara de diputados federales donde la legisladora María Josefina Gamboa Torales lo cuestionó duramente sobre su profesión de ingeniero agrónomo.
Todos saben que el director cuenta con asesores que son expertos en la materia
Que se puede hacer por esa paraestatal cuando fue destruida y puesta en quiebra por anteriores gobiernos del PRIAN.
Emilio Lozoya entregó al líder del sindicato nacional petrolero Carlos Romero Deschamps mil 200 millones de pesos, sin comprobar su destino.
Los cochupos que recibía la cúpula sindical de los petroleros se remonta a la época del PRI de Salinas, cuando le inventaron un crimen al veracruzano Joaquín Hernández Galicia por haber votado la mayoría de los trabajadores a favor del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Sin cultura los políticos
A los partidos políticos nunca les ha interesado la cultura, porque esta no vende en el mercado electoral, la clase política más escolarizada, no tiene tiempo ni ganas de leer libros. El viejo PRI calificaba a la cultura como un sector marginal lleno de irresponsables, comunistas y homosexuales.
En el nuevo PRI Marco Antonio Bernal, psicólogo de la Universidad Veracruzana, maestro del Colegio de México y presidente de la Fundación Colosio, aseguraba en forma claridosa “¡Para que darles dinero a esa bola de jotos!”.
Ese es uno de los sólidos argumentos que existe sobre la falta de cultura de los políticos mexicanos.