¿Seis años aciagos para los Yunes?

Desde 2021 a la fecha, al menos hasta antes del 14 de junio de este 2024, cuando se reactivó la carpeta judicial contra el panista y ex candidato a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, éste fue citado en dos ocasiones por el juez, entonces adscrito a su caso, Guillermo Vargas.

Ahora, en menos de 10 días, el también exalcalde de Boca del Río, y fallido candidato a la alcaldía de la ciudad de Veracruz, ha sido citado dos veces más para comparecer por este proceso penal instruido en el juzgado con sede en Pacho Viejo, y por lo que acumula cuatro citatorios que, por cierto, para cualquier ciudadano común, ya hubieran sido suficientes para que las autoridades judiciales le giraran una orden de aprehensión.

Yunes Márquez, ha sido llamado a comparecer por los delitos de uso de documento falso, falsedad ante la autoridad y fraude procesal. Esta comparecencia se enmarca dentro del proceso penal 151/20211, cargos que se le imputan desde los comicios municipales del año 2021, cuando Yunes no pudo acreditar su residencia en Veracruz Puerto, lo que llevó a la revocación de su candidatura a la alcaldía de Veracruz.

No ha pasado ni un mes de haber perdido las elecciones con su candidato de la alianza, el priista José Francisco, Pepe, Yunes Zorrilla, cuando la familia que se esmeró en los agravios y orquestar una guerra sucia contra la candidata de Morena, Rocío Nahle García, a la postre gobernadora electa, ya tiene encima a la Ley.

El 14 y 21 de junio fueron los otros dos citatorios para el indiciado, es decir en una semana, la justicia adelantó lo que no había hecho en 3 años. Quizá por ellos los Yunes azules habrían apostado a que los delitos prescribieran o a ignorarlos pensando en que pronto llegarían de nuevo a ocupar el poder al frente del gobierno estatal.

Y tras determinarse que el justificante médico señala que no requiere cirugía como argumentó para no presentarse ante el juez en el segundo citatorio –el cuarto desde que inició el proceso judicial desde el 2021- deberá atenerse a un quinto llamado o a ser presentado por la autoridad ministerial.

En menos de 3 semanas, la noche se les ha venido encima al clan, al que tanto se refirió Nahle y a los que acusó de guerra sucia, calumnias y difamaciones.

El patiño, el enviado, como se le tildó al empresario Arturo Castagné –también denunciado por difamación y al que se le exige reparación del daño por 100 millones de pesos- se encuentra fuera de circulación, si bien, aún no prófugo, también tiene que enfrentar un proceso judicial. Y de acuerdo a los internautas ya tampoco se le encuentra en redes.

El inicio de semana, este domingo, las tropas federales, Guardia Nacional y la FGR, cayó en un edificio donde se presume vive otro integrante de la familia de los Yunes azules.

Al respecto, el columnista Pablo Jair escribió:

"Este domingo hubo un vistoso operativo policiaco y militar en Boca del Río, justo detrás del restaurante Deli-Deli, en la torre donde vive el ex alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez.

Se trata, según fuentes, de un edificio de cinco pisos presuntamente propiedad de los Beverly del Estero (entiéndase los Yunes) donde según vive personal de seguridad que trabaja para ellos, y donde se encontró armamento, dinero y –dicen– hasta droga...

Lo anterior llama la atención, porque en caso contrario de que no sea el cuartel de los escoltas y guachomas de los Yunes, entonces compartían pared con un presunto grupo delincuencial...

¿Y a poco no se habían dado cuenta?... Hasta el momento, mucho hermetismo en el asunto".

Lo cual, si es cierto que se trata del domicilio del ex alcalde porteño, sería más grave y peligroso para ellos mismos habitar el mismo inmueble que los dueños del arsenal decomisado. Y más serio aún, que, con la experiencia, los contactos y la información que poseen, para ellos esta presencia fuera algo desconocido o pasara desapercibido.

Resistirán que la justicia les haga estragos o buscarán una vez más, fiel al estilo, acuerdos políticos. Así fue con Javier Duarte en el 2012, se presume que así fue al inicio del 2018 con un alto funcionario morenista, y ahora, ¿podrían pretender lo mismo o resistirán los embates y llamados de la justicia en forma honrosa y valiente?