Para buscar denostar a Morena y a sus candidatos, en el 2018, el clan Yunes liderado por el entonces gobernador, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, lanzó una y otra vez historias de supuestos acuerdos entre el exgobernador Javier Duarte de Ochoa y el entonces candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador y por supuesto el aspirante a la gubernatura, Cuitláhuac García.
Claro que esta campaña mediática e insidiosa y calumniosa de Yunes Linares no tenía otro fin, si no era el de buscar restarle votos al tabasqueño para la presidencia y a Cuitláhuac a fin de que su hijo ganara terreno en la contienda para gobernador, fracaso que fue contundente al final del camino, y que los frustró enormemente al no poder suceder el hijo al padre, en lo que hubiera sido un caso histórico de desvergüenza en la vida democrático del país.
Pues bien, esas acusaciones fueron constantes de la supuesta alianza y apoyos que Duarte le dio a AMLO y a Morena en Veracruz. Habló el que fuera gobernador en 2018 de partidas con recursos públicos para financiar la campaña de los morenistas.
Desde enero del 2017, Yunes, inició su campaña contra el tabasqueño al acusar “al líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, de negociar apoyo para sus candidatos en la entidad con Javier Duarte y Fidel Herrera”.
Meses después, el panista no dejó de arremeter:
“Los ataques proferidos en mi contra por López Obrador, podrían obedecer a que se preocupó por el hallazgo de la bodega con objetos de la familia del exgobernador Javier Duarte y el contenido de las anotaciones que podrían evidenciar la presunta relación de Morena con la anterior administración gubernamental.
Ésta y decenas de señalamientos más fueron los que Yunes Linares en forma desesperada al ver que su vástago iba al despeñadero en el 2018 y no llegaría a la gubernatura, fueron repetitivos contra Morena, AMLO y Cuitláhuac.
La mitomanía de Yunes Linares provocó una serie de historias y leyendas urbanas que según él llevaban a pensar en una alianza o pacto entre Duarte y el ahora presidente.
Lo cierto es que todo esto ha caído por su propio peso y los supuestos acuerdos políticos simplemente no existen debido a que estos mitos parecen haber quedado derrumbados con el sorpresivo anuncio este jueves de la Fiscalía del Estado para pedir a un juez que se vinculara al exgobernador Javier Duarte por el delito de desaparición forzada.
Si estuvieran amarrados estos personajes y Duarte tuviera cómo defenderse con esa especie de pactos políticos, no estuvieran procediendo en su contra.
Cuando el exmandatario veracruzano estaba casi por alcanzar su libertad luego de más de 5 años preso se le abre un nuevo proceso en su contra en la Fiscalía Especializada para la Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas, con una vinculación a proceso por parte del Juez de Control y Enjuiciamiento Adscrito al Juzgado de Proceso y Procedimiento Penal Oral del XI Distrito Judicial con sede en Pacho Viejo.
A través de su defensa, ayer mismo, Duarte rechazó ser responsable del delito de desaparición forzada de persona, en agravio de un policía de la Secretaría de Seguridad Pública.
“El Doctor Duarte no es ni posiblemente responsable del delito de desaparición forzada de personas, sin embargo, el Juez de Control autorizó la continuación formalizada de la investigación, vinculándolo a proceso por supuestamente entorpecer una investigación de dicho delito”, expresaría Pablo Campuzano de la Mora.
La defensa se basa en que no se le puede inculpar puesto que el exmandatario ni siquiera contaba con facultades para tomar tales determinaciones, y aun así se le vinculó a proceso.
Lo que será dirimido en los tribunales despeja a su vez la estela de duda sobre ese posible pacto que tanto fabricó con la mitomanía el exgobernador Yunes Linares, pues en política, se sabe que esto no es posible si hubiera acuerdos que implicaran a una y otra parte.