Mantener la paz es uno de los más grandes anhelos en el mundo y una de las estrategias que sea implementado para ello es la mediación, como un instrumento jurídico enfocado en la resolución de conflictos mediante el diálogo que después es aterrizado en acuerdos por escrito que constituyen deberes y obligaciones, pero que sobre todo deben respetarse, aunque sin lugar a duda es un tema en el que aún se tiene que trabajar mucho.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no se escapa a estos instrumentos que ahora también forma parte del derecho penal y que se impulsa día con día, al igual que la justicia restaurativa, teniendo como finalidad no solo sancionar y reducir los índices de violencia, sino además reconstruir, sanar y así evitar que quienes generan violencia no lo vuelvan a hacer. Sin duda una tarea nada fácil y compleja en la que se advierten pocos avances.
A nivel internacional, la ONU cuenta -entre muchas otras acciones- con Las Operaciones de mantenimiento de la paz, uno de los instrumentos más efectivos para ayudar a los países a hacer la transición de un conflicto a la concordia. En la actualidad estas operaciones tienen un carácter multidimensional, ya que también facilitan los procesos políticos, protegen a los civiles, ayudan en el proceso de desarme, desmovilización y reintegración de excombatientes. Además, apoyan los procesos constitucionales y la organización de las elecciones, protegen y promueven los derechos humanos, ayudan a restablecer el Estado de derecho.
Cabe aquí destacar, que es, el Consejo de Seguridad de la ONU, el encargado de aprobar estas actuaciones y el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, el responsable de dirigirlas con el soporte del Departamento de Apoyo Operacional en la Sede de la ONU en Nueva York, mientras los Estados miembros son los que aportan tropas y policías.
Actualmente hay 12 operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU desplegadas y desde 1948, se han establecido un total de 71 operaciones. En 2019, el secretario general lanzó la Iniciativa Acción por el Mantenimiento de la Paz (A4P) para renovar el compromiso político mutuo con las operaciones de mantenimiento de la paz. A pesar de ello las guerras siguen presentes, países en conflicto y civiles los más afectados.
El claro ejemplo de ello es el conflicto -nada nuevo entre Israel y Palestina. Una disputa que tiene sus antecedentes en 1987. Previo al ataque del Hamás a Israel en octubre de este año, en mayo 2021 se inició un enfrentamiento militar entre Israel y Gaza. Hamás y la Yihad Islámica dispararon cohetes contra Israel, el ejército israelí respondió con ataques aéreos. Previamente se habían producido semanas de disturbios. La guerra termina el 21 de mayo de 2021 con un alto el fuego.
Después de 2021, fue en la madrugada del 7 de octubre de este año, cuando Hamás lanzó un ataque terrorista a gran escala contra Israel. Simultáneamente con el lanzamiento de cohetes, los militantes volaron la valla fronteriza entre Gaza e Israel en varios puntos y entraron en territorio israelí por tierra, mar y aire. Los terroristas perpetraron masacres en varios kibutz y en un festival de música. Torturaron y asesinaron a más de 1.200 personas, israelíes y extranjeros, entre ellas niños pequeños y ancianos. Más de 100 personas fueron tomadas como rehenes por Hamás.
Desde entonces, Hamás ha seguido lanzando cohetes contra Israel. Israel responde con ataques aéreos y con cohetes contra Gaza y con el cierre total de la Franja. Tras estos hechos, el secretario general de la ONU, ha dicho se encuentra en contacto constante con los líderes de la región para evitar que el conflicto se extienda.
En tanto, los miembros del Consejo Europeo han reconocido este domingo el derecho de Israel a defenderse de ataques como el perpetrado por el movimiento islamista Hamás la semana pasada, y han subrayado que la respuesta debe estar en línea con “el derecho humanitario e internacional” y que se debe "garantizar la protección de todos los civiles". La Unión Europea ha pedido a la milicia palestina que libere "inmediatamente" a todos los rehenes capturados durante su incursión en Israel "sin ninguna condición previa".
Frente a la guerra y la violencia, organismos internacionales, de la mano del derecho internacional apuestan a la voluntad, al diálogo, al entendimiento, porque más allá de las normas, mientras no exista conciencia, la violencia permanecerá. Ante la falta de humanidad, los conflictos y la guerra son una realidad. En México como en gran parte del mundo -más allá de sus gobernantes- la solidaridad ha sido global hacia las víctimas de Israel. El derecho internacional continúa en una batalla diaria por evitar guerras y generar conciencia.