Lo que se temía: un nuevo actor ha hecho presencia en el escenario electoral del Estado: la delincuencia, no se sabe si la organizada, de los cárteles criminales, u otra que tuviera que ver con delincuentes policías, expolicías o mercenarios al servicio de quien les pague bien.
De acuerdo a información que ha recibido el columnista, aspirantes a cargos de elección popular de diversos partidos han recibido no solo amenazas verbales, algunas telefónicas, o por mensajes que les han llegado a sus cuentas de las redes sociales, sino que incluso han recibido visitas de hombres armados que les han pedido que desistan de participar.
Según lo que se filtra (porque todos tienen miedo a hacer una denuncia en forma abierta), los delincuentes han llegado hasta sus propios domicilios o centros de actividades para, con armas apuntándoles, decirles que si continúan en su intención de participar, se atengan a las consecuencias, y les han mostrado imágenes de sus familiares.
Ante ello, me han comentado que algunas postulaciones de candidatos fuertes de la oposición, que podrían ganar a Morena, se han caído y que nombres que venían mencionándose es posible que al final no aparezcan porque decidan retirarse por “voluntad propia”.
Los hombres armados se presentan embozados, sin algún uniforme, por lo que no se sabe quienes son, a qué grupo pertenecen, si en efecto son miembros de la delincuencia organizada o de alguna corporación, que estén siendo utilizados para amedrentar a aspirantes.
No se sabe qué protección tendrán
Hasta ahora, ninguna autoridad del Gobierno del Estado ni del Organismo Público Local Electoral de Veracruz (OPLEV) ha hecho algún pronunciamiento sobre la protección que se está dando o se dará a quienes han manifestado su intención de participar en la contienda en busca de un cargo de elección popular, o a quienes ya se han inscrito como precandidatos.
Tampoco se ha dado alguna denuncia por parte del dirigente de algún partido, aunque se comenta que los que ya han sufrido amenazas han
pedido que no se haga público nada, por temor a que sufran alguna represalia.
En 2018 tiraron una mano frente a la casa de Octavia Ortega
Las amenazas no serían nuevas, pues en el proceso electoral de hace tres años, la tarde del domingo 13 de mayo de 2018, en Pánuco arrojaron una bolsa negra con una mano amputada y una cartulina frente al domicilio particular de la expresidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Octavia Ortega Arteaga, quien era candidata a diputada local por el PVEM.
Se trató de una amenaza velada con la intención de que la también exalcaldesa de esa ciudad renunciara a su candidatura, pues con anterioridad su esposo había sido secuestrado, por lo que tendría algún temor por su vida. Los autores del envío de la mano amputada sabían que su amenaza podría surtir efecto, pero ella siguió adelante, ya con protección, pero por parte del gobierno federal. Su campaña ya no fue la misma. No ganó.
Recientemente dispararon contra diputada local
Apenas el pasado 2 de febrero, en Oluta, dispararon contra un restaurante en el que se encontraban la fiscal regional Marisela Rojas Cisneros, así como la diputada local Florencia Martínez Rivera.
Esta dijo que temía por su vida ya que el proyecto de Morena y la Cuarta Transformación causaban gran molestia en políticos de la región.
El proceso electoral está en sus inicios. Una pregunta inicial es: ¿realmente, a qué intereses responden los hombres armados que amenazan a aspirantes?