La ofensiva contra el narcotráfico y su impacto en la sociedad civil

Donald Trump ha reiterado su intención de declarar a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO). En paralelo, se habla de un operativo denominado "Plan Colombia", diseñado para combatir lo que se ha denominado como el "NarcoSistema" en México. Esta estrategia incluiría diversas figuras clave y podría significar un cambio radical en la lucha contra el crimen organizado.

Ante estos anuncios, la presidenta de México ha subrayado que el país no aceptará injerencias extranjeras y que cualquier cooperación debe basarse en el respeto mutuo, no en la subordinación. Este mensaje reafirma la postura histórica de México frente a la intromisión externa en asuntos internos.

El impacto del colapso financiero de los cárteles

La designación de los cárteles como FTO permitiría a Estados Unidos ejercer una presión financiera sobre estas organizaciones, congelando activos y restringiendo sus movimientos internacionales. Este golpe directo a sus finanzas tendría consecuencias graves para la sociedad civil mexicana.

Los cárteles, al ver reducida su capacidad económica, podrían intensificar actividades ilícitas más visibles y directas para mantener su operación y pagar a sus estructuras armadas. La necesidad de recursos inmediatos para financiar su nómina, armamento y red de corrupción los llevaría a incrementar delitos como secuestros, extorsiones, robos y asaltos. En este escenario, la ciudadanía se convertiría en el blanco principal, amplificando la violencia y la inseguridad en las calles.

El control territorial que los cárteles ejercen sobre ciertas regiones podría transformarse en una dinámica aún más opresiva, con grupos criminales recurriendo al cobro de "derechos de piso" y otros mecanismos coercitivos para mantener su flujo de ingresos. Esto afectaría no solo a las comunidades más vulnerables, sino también a pequeños negocios y cadenas productivas locales, exacerbando la crisis económica en zonas ya golpeadas por el crimen.

La posible implementación de una estrategia como el "Plan Colombia" plantea preguntas críticas. Si bien no se conocen todos los detalles, se especula que incluiría figuras militares clave y operativos específicos para desmantelar las redes criminales. Aunque este tipo de intervención podría tener resultados visibles a corto plazo, no aborda el núcleo del problema.

Además, una escalada de violencia en respuesta a estas medidas podría crear un entorno de mayor fragilidad para las instituciones mexicanas. El riesgo de que los grupos criminales extiendan su influencia mediante represalias generalizadas sería una consecuencia difícil de controlar, afectando tanto a las fuerzas de seguridad como a la población.

Cuando las finanzas y la infraestructura de los cárteles son atacadas, la presión se traslada rápidamente hacia las comunidades. Esta lógica implacable del crimen organizado busca garantizar su operatividad a cualquier costo,

México debe encontrar un equilibrio entre la cooperación internacional y la protección de su soberanía, evitando que las soluciones punitivas generen más daños colaterales que beneficios.