En el estado de Veracruz, Morena no debe caer en la praxis priísta del pasado con el carro completo que agobió noventa años a la población.
Aquí, se debe de apostar al equilibrio de los pesos y contrapesos del poder y por eso debe prevalecer un clima democrático.
A pesar de los muchos chapulines trepadores, oportunistas y que van de partido en partido saltando o asaltando para sus fines particulares y de grupo, que son un grave peligro para la gente en algunos lugares.
Pero, como dice el clásico del político Macuspana de que "el pueblo es sabio", las próximas elecciones municipales se constituyen en un gran fenómeno electoral, que comienza a unos cuantos meses del inicio del mandato presidencial, del congreso de la unión y de la renovación de los poderes estatales en varios estados como Veracruz, y de nuevo a las precampañas políticas, ahora por las municipales y el ambiente es de efervescencia electoral, pero también de un desgaste peligroso.
Algunos aspirantes de los partidos opositores, sumidos en el letargo del discurso fallido y casi ausente como del PRI y de Movimiento Ciudadano, aún ni los dirigentes aparecen porque andan huyendo del calor de estos lares y solo se acercan avanzados los tiempos electorales y caminan en piloto automático, porque no conocen el territorio.
Ahora sí, se extrañará la presencia siempre de cercanía con la gente de Fernando Arteaga en las colonias del puerto de Veracruz.
Lo preocupante es que la oposición se muestra débil y hasta ausente, cuando ahora se presentan algunos expriistas suspirantes como aliados morenistas, y que hicieron un mal papel desde los tiempos de abundancia del priismo.
Hoy a pesar de la sequía presupuestal, la democracia debe avanzar con cuadros políticos opositores y no con los clásicos oportunistas que antes tuvieron sus tiempos de priístas camaleónicos.
Los partidos opositores deben dar paso a los jóvenes y a los hombres y mujeres que tienen experiencia y son activistas o luchadores sociales, mientras que en Morena los que tienen reconocido trabajo político participan con mucho entusiasmo.
La gente no se la cree para algunos que son de abuelos y padres priístas, pero ahora por vivir en los fraccionamientos de lujo por el poder económico, creen que pueden lograr una candidatura de la noche a la mañana, sin ningún trabajo social y político.
A muchos en las próximas elecciones municipales en el estado de Veracruz, el pueblo les dará la espalda, porque la gente no los conoce y ya se la saben como en Alvarado, con la montada en burro para los advenedizos.
Cómo sucedió al amigo Boris Garrido Castillejos, tabasqueño de lujo que llegó al puerto de Veracruz en tiempos de Agustín Acosta Lagunes, y por su amistad con el delegado del PRI, Oscar Baylón Chacón, fue regidor en Alvarado y por poco tiempo.
En San Andrés Tuxtla, el médico veterinario y luchador social, Ricardo Rubio, se inscribió como precandidato a la alcaldía en donde se le augura un rotundo éxito por tener un gran capital político con la gente en las filas morenistas, y en la realidad de un trabajo político auténtico de relevante presencia social en todo el municipio de la suiza veracruzana.
Por cierto, el último de los mohicanos del PRI, el experimentado legislador Héctor Yunes Landa, dice que los diputados de Morena abandonaron la tribuna en su posicionamiento por el nombramiento del ex gobernador Cuitláhuac García en Cenagas, porque le llevan la contra del dirigente de la Junta de Coordinación Política, Esteban Bautista.
Aquí, el maestro Esaú Valencia, compadre de Héctor Yunes y su jefe de prensa en su campaña como candidato a gobernador, se le siguen alineando los astros y se maneja bien como diligente jefe de prensa en el congreso estatal.
Por cierto, el maestro del periodismo veracruzano, ex jefe de corresponsales internacionales de Televisa, Cecilio García Cruz, el orgullo de Tempoal, viaja ahora a Brasil invitado por la Fundación Pelé para disertar sobre el periodismo y la obra de Edson Arantes Do Nascimento.
El famoso Chechy, amigo de los más destacados periodistas de México y en todo el planeta, dice que la gobernadora Rocío Nahle, lleva por buen rumbo a la entidad más politizada del país, y que la entidad estará en su mandato en la mejor etapa de desarrollo de los últimos cincuenta años. Ándale. Así las cosas.