La candidata Xóchitl Gálvez, se desinfló a juicio de los analistas y expertos en la política de este país.
Entró con lo clásico de la guerra sucia y descalificaciones, pero los expertos dicen que no le da para remontar la ventaja que le lleva Claudia Sheinbaum de más de treinta puntos.
La diatriba y ofensa en el lenguaje de Xóchitl Gálvez, lo ven con preocupación, porque en el segundo debate se dedicó a atacar a la candidata morenista, y la gente lo que quiere escuchar son propuestas a las grandes problemáticas que existen en salud, educación, seguridad y empleo, los temas que más preocupan a la población nacional.
Y no es porque se trate de una elección ya decidida, sino que más bien la llamada vieja política, que argumentó el candidato de MC, Jorge Máynez, es lo que afecta a la candidata de la alianza de Fuerza y Corazón por México, que no tiene discurso y que muestra un poco capacidad intelectual a diferencia de Claudia Sheinbaum, que tiene un reconocida carrera académica y en el servicio público.
La diferencia de la elección del 2 de junio, es que se espera de la población un voto cruzado en donde en Veracruz, los candidatos a cargos legislativos del PAN, PRI y PRD, estarán quedándose con senadurías y los distritos locales y federales, como un asunto de los llamados pesos y contrapesos del poder.
Así es, que la candidata morenista a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle, también lleva una ventaja inalcanzable, a pesar de que los opositores pretenden retornar al palacio estatal, pero no les da para esa intención, porque la gente los conoce y sabe aquí a cada quien lo que se dará sin problema, para darle viabilidad un próximo mandato federal y estatal con equilibrio de las distintas fuerzas políticas a las que en la realidad no hay a cual irle, pero la gente sigue en la luna de miel con AMLO y ahí no hay nada que hacer. Andale. Así las cosas.