Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, afirma, “que hay que evitar el caos y la corrupción en instituciones públicas y en toda la sociedad, como una premisa de vida”.
Se requiere del cambio, que exigen y demandan las actuales y futuras generaciones de jóvenes en este país.
Formado en instituciones educativas públicas del país en contaduría y destacado miembro del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas, A. C) y con cargos de alto nivel en las dependencias de relevancia como en hacienda, programación y presupuesto, así como en Caminos y Puentes Federales de Ingresos de México, reconoce que se puede transitar por el servicio público, sin caer en las tentaciones del poder, pero se requiere incrementar con mayor eficiencia y rigurosidad el uso y desvío de los recursos públicos.
Fundador de la primera Contraloría del Gobierno Estatal en Veracruz con Dante Delgado, reconoce que el gobierno no está para experimentos, ni para enriquecer a los que ostentan cargos públicos.
El también, secretario técnico del Tribunal Federal Electoral con el abogado Fernando Ojesto, establece:
El país ya no puede esperar más, porque se necesitan avances, en la salud, la educación, la seguridad, la tecnología, el campo y las carreteras, entre muchos otros pendientes que han quedado con el gobierno que está por terminar.
“Hay que cambiar ese pensamiento riguroso de pertenencia de grupos, de colores partidistas, de ricos y pobres, de norte y sur, de razas diferentes, porque debemos entender que México es uno, y en el que vivimos todos, y somos responsables del presente de niños y jóvenes que con ilusión ven hacia el futuro que les vamos a dejar para bien o para mal”.
Las estafas maestras cada sexenio se están dando y parece competencia de quién de los funcionarios públicos se hace más rico en el menor tiempo.
Concluye, Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, un hombre de campo, que trascendió por la cultura del esfuerzo y que considera contundente: “queremos y debemos pensar en el bien común y en el bien general de toda la nación, la urgencia del país, no puede esperar.
También, debe terminar la polarización que conduce al odio y al rencor de unos y otros.
Ser profesionista, clasemediero o trabajador, no debe ser motivo de escarnio de los gobernantes.
Ya basta de culpar al pasado porque los del presente no han cumplido y han quedado a deber en mucho a los mexicanos.
Ya debe terminar esa carrera por el hartazgo, es necesario convocar a la unidad y a la reconciliación, por el bien de México.
“El presidente deja al país en una encrucijada, volver a empezar en la unidad sin colores partidistas o seguir en el caos”, sentencia Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, un personaje que ocupó grandes cargos en la administración pública, y ahora vive orgulloso de trabajar en el campo.
Dice, de las principales fortalezas de las personas de poder y exitosas, deben rodearse de gente con perfiles idóneos y de mentalidad positiva para aprender a trabajar en equipo. Así las cosas.