Después de 33 años, la edad de Jesús, a los trabajadores de los sindicatos portuarios de Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador, les hace el milagro de escucharlos y ordenar que en el transcurso de la semana acudan a una reunión a la que serán convocados con la secretaria de gobernación, Luisa María Alcalde.
Por fin, después de aquel día 31 de mayo de 1991 de ordenada la requisa portuaria de Veracruz por Carlos Salinas, los trabajadores de las diversas organizaciones sindicales que tenían el 99 por ciento de las acciones de la empresa Servicios Portuarios de Veracruz constituida por el gobierno de Luis Echeverría en un acto de justicia para los sindicatos Portuarios.
Primero, los directivos de Serpover, fueron víctimas de amenazas y engaños y entregaron tiempo atrás de aquella fecha y de buena fe, todas las millonarias cuentas bancarias en pesos y dólares, así como el control de la empresa.
Después con la requisa Portuaria, les quitaron además de las fuentes de empleo, toda la maquinaria comprada en Alemania.
La requisa portuaria de Veracruz, fue una acción vil de privatización de los activos de los sindicatos que nunca fueron liquidados y que andan bailando millones de pesos y de dólares en cuentas bancarias.
Los trabajadores de los sindicatos Portuarios, como son maniobristas y estibadores, entre otros piden al gobierno del presidente AMLO, que los edificios sean parte de una liquidación para que se destinen a oficinas y bancos del bienestar, escuelas y hospitales, para evitar caer en malas ventas de inmuebles que tienen adeudos y falta de mantenimiento.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, recibió el pliego petitorio de manos del líder y representante de los trabajadores de los Sindicatos Portuarios, Alejandro Pulido y quién durante muchos años ha tenido el apoyo de la mayoría de los trabajadores, que poco a poco han dado pasos importantes para dar solución a una injusticia que nunca fue atendida por los pasados gobiernos neoliberales.
Ahora, mediante la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, al final de su mandato se puede dar solución histórica a una demanda añeja de los trabajadores Portuarios de Veracruz, que por cierto también participaron ofrendando sus vidas en la Defensa del puerto de Veracruz de la intervención extranjera.
A los trabajadores Portuarios que quedaron en la calle y tienen vida para seguir en la lucha --otros murieron de tristeza y necesidad se quedaron en el camino-- le arengaron con porras y palabras de aliento al presidente en su última visita para encabezar la ceremonia de defensa del puerto de Veracruz y de graduación en la Heroica Escuela Naval Militar en Antón Lizardo.
Los trabajadores Portuarios, creen que por fin les llegará un acto de justicia con AMLO y se muestran optimistas en la reunión que sostendrán con Luisa María Alcalde, secretaria de gobernación, que pasará a la historia como una mujer que ha sabido respaldar y defender los derechos de la clase trabajadora del país junto con el político tabasqueño.
Acciones que nunca antes hicieron en los últimos treinta y tres años de los llamados gobiernos neoliberales, que todo les han recriminado, como lo de la frase infortunada de “a trabajar huevones”, y no se valen las posturas discriminatorias sufridas, y que por fin se acabaron en este gobierno postrero. Andale. Así las cosas.