La moneda está en el aire y sin nada claro el dirigente estatal del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Esteban Ramírez Zepeta, está sujeto a entregar resultados en las elecciones del 2 de junio si quiere conservar su puesto al frente del partido y aspirar a una buena posición dentro de la estructura de gobierno en la 4T jarocha, en caso de que las votaciones favorezcan a Rocío Nahle García, candidata a la gubernatura de Veracruz por la alianza Sigamos Haciendo Historia.
Este sábado 6 de abril, Morena dio a conocer la lista de candidatas y candidatos a la diputación local por la vía plurinominal. Algunos aspectos destacan en las nominaciones, más allá de que varios militantes con una trayectoria y arrastre amplio, fueron desplazados por perfiles que representan todo lo contrario. Incluso, algunos cuadros que se pensaban indispensables y necesarios en esas posiciones, no tuvieron cabida.
Es otros casos, la misma base de Morena habla de arribistas y el pago de favores. Para muestra, un botón. Marlene Hernández Castillo, hija del alcalde de Misantla, Javier Hernández Candanedo y sobrina de Othón Hernández Candanedo, quién traicionó a su bancada panista en más de una ocasión hasta ser expulsado, llega como candidata en la tercera posición, garantizando que aterrizará en la curul por más desastrosos que puedan ser los resultados.
Pero entre las sorpresas destaca justamente que el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, apareció en la segunda posición de las candidaturas, pero como suplente, de ahí que digamos que su futuro está todavía en entredicho.
El otro aspecto a destacar es que el titular de la segunda posición de la lista de plurinominales es Diego Castañeda Aburto, quien en el inicio del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez ocupó la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos del Gobierno del Estado.
Castañeda Aburto fue en un inicio uno de los alfiles del exsecretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos y tras el rompimiento del exfuncionario se convirtió en un hombre clave para el grupo político de Rocío Nahle, tanto que en las postulaciones tiene prácticamente asegurada una curul, sobre Esteban Ramírez Zepeta.
En las designaciones que los partidos políticos hacen, es una Ley no escrita que el líder del partido ocupe una de las primeras posiciones para garantizar un puesto, como pago al servicio prestado. Diga lo que se diga, en Morena no es la excepción.
Es por eso que el futuro de Ramírez Zepeta está auditado a los resultados que entregue en las elecciones del 2 de junio. El reto para el dirigente morenita está no solo en ganar la gubernatura, sino la mayor cantidad de espacios en el Congreso del Estado, de lograrlo su futuro estaría en el gabinete o en la propia legislatura. Ya se verá.