El despliegue de pistas de hielo en 17 municipios por parte del gobierno estatal evidencia las diferencias política, especialmente al focalizarse en áreas lideradas por alcaldes de Morena y sus aliados. Lamentablemente, esta iniciativa parece pasar por alto la zona conurbada Veracruz- Boca del Río, un destino vacacional importante. Incluso se le considera el de mayor afluencia turística en todo el estado.
Este descuido plantea inquietudes sobre la imparcialidad y la atención, exigiendo una revisión a fondo de las prioridades gubernamentales en la asignación de recursos destinados a impulsar el turismo y la recreación en la región.
La zona conurbada Veracruz-Boca del Río es considerada no solo como un epicentro económico sino también como el destino turístico más concurrido en todo el estado.
Las fechas decembrinas suelen ser muy difíciles para las personas que viven con algún cuadro de depresión, ya sea diagnosticado o no, pues es bien sabido que incluso las tazas de personas que atentan contra su integridad suelen ir a la alza.
Diversos factores como el clima frío, la ausencia de seres queridos y otros más como el sentir que no se cumplieron ciertos propósitos de vida, pueden influir en gran medida a que una persona lleve su mente a tomar una decisión fatal para ya no padecer de esos problemas.
Aunque en muchos casos es difícil detectar cuando una persona tiene ya decidido hacerlo, pues incluso horas antes se les ve convivir como si nada, es importante mantenerse atento para en la medida de lo posible, tratar de ayudarles a no llegar a tal extremo y brindarles la posibilidad de ayuda profesional.
Busquemos que la salud mental deje de ser un estigma de “personas locas”, que todos esos buenos deseos que tanto suelen vociferarse en campañas por fiestas decembrinas, se vean reflejadas en acciones hacia estas personas que tienen una lucha interna que muchas veces los hace tirar la toalla.
Las banquetas de la avenida Independencia y algunos tramos del Zócalo de Veracruz son verdaderas trampas para los transeúntes, porque son mosaicos impropios para exteriores pues son resbaladizos y propicios para accidentes que podrían ser fatales para un adulto mayor.
Cualquiera podría decir que ese piso lleva décadas en el centro histórico de Veracruz y nadie se ha descalabrado ni mucho menos muerto.
Pero no sea la de malas que un día sí ocurra un accidente de fatales consecuencias y entonces querrán tapar el pozo cuando ya sea demasiado tarde.
Estamos en temporada de nortazos y otros caprichos de la naturaleza. Que no se sumen a otros caprichos como el de no analizar, por lo menos, la posibilidad de librar al Zócalo de trampas mortales.