Este lunes, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares salió como kamikaze en defensa de sus hijos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez, contra los cuales la Fiscalía General del Estado (FGE), por presuntas presiones del gobernador Cuitláhuac García y de la gobernadora electa Rocío Nahle, se han librado órdenes de aprehensión por diversos supuestos delitos.
“Esta es claramente una agresión personal, no un acto de justicia, por eso en su momento pasaré las facturas; lo haré yo, nadie más”, salió a declarar retadoramente Yunes Linares, quien informó que acababa de presentar dos denuncias en contra de García Jiménez ante la FGE, una por el daño patrimonial causado al erario público al no dar las instrucciones para que en el caso de las videocámaras –que el mandatario morenista afirma que no funcionan– se procediera al cobro de la pena convencional pactada en el contrato, a pesar de que el Órgano de Fiscalización Superior así se lo indicó, y, la otra, por los abusos policiacos que recientemente llevaron al asesinato de dos campesinos en Totalco, municipio de Perote, y la persecución y lesiones en contra de jóvenes estudiantes en Xalapa, hechos que son constitutivos de delitos graves por los cuales, según afirmó, Cuitláhuac García tiene que ser procesado.
“Nunca me he metido con los hijos de un adversario; es una bajeza. Se metieron con los míos. Aunque sea lo último que haga en la vida se los cobraré a todas y a todos los agresores, no tengan duda. Nada es para siempre, tampoco el poder”, les recordó al gobernador de Morena en funciones y a su virtual sucesora.
Sin embargo, aunque él mismo consideró que “esta es una buena oportunidad para que la Fiscalía General del Estado pueda acreditar su autonomía”, también admitió: “Pero no soy ingenuo. No hay justicia en Veracruz. Hoy la Fiscalía y el Poder Judicial local están dedicados a perseguir opositores, no a perseguir delincuentes.”
¿A qué le tira entonces el ex gobernador del PAN? Y es que amaga con que “aunque sea lo último que haga en la vida” se las cobrará “a todas y a todos los agresores” de sus hijos, seguro de que “tampoco el poder” es para siempre. Pero, para su desgracia, Morena seguirá gobernando en Veracruz y desde la Presidencia de la República hasta el 2030, y luego de ver lo que sucedió este domingo en las elecciones de Venezuela, donde pese al fuerte repudio popular el presidente Nicolás Maduro se reeligió de manera tramposa por tercera ocasión, francamente se ve difícil que la 4T, que ya tiene el control mayoritario del Congreso de la Unión, de los órganos electorales y que ahora busca cooptar el Poder Judicial de la Federación, vaya a dejar que retorne la oposición dentro de seis años. Y él, en la próxima sucesión estatal y presidencial, ya andará sobre los 77 años de edad.
Tampoco se cree que ahora tenga algún as bajo la manga para doblar al presidente López Obrador, a su virtual sucesora Claudia Sheinbaum o a Rocío Nahle como sorprendió en 2016 a la cúpula gobernante del PRI del entonces presidente Enrique Peña Nieto, a la que amagó con dar a conocer grabaciones que iban a “cimbrar a México” si el Tribunal Federal Electoral no lo dejaba llegar a la gubernatura.