Los grupos de poder al interior de Morena han iniciado una nueva batalla que puede acabar muy mal dentro del movimiento de la Cuarta Transformación, ya que viendo y previendo un mal resultado en los comicios del 2 de junio próximo, pareciera que habrían dejado de lado la elección de Rocío Nahle para enfocarse en la caída del dirigente estatal Esteban Ramírez Zepeta.
Y es que una vez pasadas las elecciones locales y federales, en ocho meses se estarán cocinando las candidaturas a las 212 alcaldías, por lo que los diversos grupos morenistas están tratando de quedarse con lo que quede del partido después de los comicios del siguiente domingo.
Un operador de la “Tía Chío” comentó hace un par de días que la señora ya está enfocada en que la semana entrante caiga Ramírez Zepeta, en cuyo lugar impulsaría a su secretario particular y candidato a diputado local plurinominal Diego Castañeda Aburto, considerado su Plan A; o al alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, como Plan B, o al munícipe de Martínez de la Torre con licencia, Rodrigo Calderón, el coordinador de su campaña que sus allegados ubican como su Plan C, aunque en los casos de los ediles no les convendría dejar sus administraciones municipales que concluyen hasta diciembre de 2025.
Pero esta versión, obviamente, se ha interpretado como la anticipada aceptación de su inminente derrota electoral, por lo que de no ganar la gubernatura se estaría preparando para adueñarse del partido y ser ella la que incida y decida las candidaturas a las 212 alcaldías, con aliados que lleven su marca y apoyen otro futuro proyecto político personal.
Sin embargo, por otro lado, está el diputado Juan Javier Gómez Cazarín y su compadre Zenyazen Escobar García, candidato a diputado federal por Córdoba –a quien, por cierto, Nahle no acompañó este domingo en su cierre de campaña–, los cuales están tejiendo fino para agruparse con sus aliados e impulsar al legislador oriundo de Hueyapan de Ocampo a la dirigencia de Morena, ya que desde ahí se propondrían armar también una nueva estructura de alcaldes si es que, como se prevé, la zacatecana pierde la elección de este domingo.
Y es que a la Tía Chío ya la ven con respiración artificial, solo esperando el trámite de los comicios dominicales para desconectarla. Cazarín y Zenyazen presuntamente traen un pacto para caminar juntos en la nueva etapa de reconstrucción del partido guinda.
Pero no son los únicos. Ha trascendido que, a su vez, el gobernador Cuitláhuac García y su primo Eleazar Guerrero pretenden impulsar a la dirigencia de Morena a la candidata a diputada local por Xalapa, Dorheny García Cayetano, que muy probablemente pierda la elección. Guerrero Pérez, respaldado por el gobernador, quiere que antes de septiembre, con el poco poder que le quede a su primo, hacerse del control partidista. Para ello, ha trascendido que están afiliando a todos los miembros de la asociación política Unidos Todos para presionar a una consulta abierta. También intentan sumar al dirigente en funciones Ramírez Zepeta.
Además, hay otros dos actores de peso completo: Manuel Huerta, candidato a senador y quien como dirigente ganó la gubernatura en 2018, y el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien seguramente regresará a Veracruz a cobrar afrentas.