Algunas partes del viejo malecón, se están quedando sin las enormes rocas que sirven como protección de los embates de las fuertes olas que se forman a consecuencia de los frentes fríos.
A simple vista se puede ver como la caseta de vigilancia que se encuentra en la entrada de las escolleras, solamente esta sostenida por un pedazo de concreto, anteriormente había más lugar en sus alrededores, hoy, con el paso del tiempo, la corriente marina y el golpeteo de las olas, ha hecho que las enormes rocas se deslicen hacia el río.
Es necesario que las autoridades portuarias hagan algo para volver a colocar más piedras, así como lo hicieron en las escolleras, ya que de lo contrario el constante golpe de las olas hará avanzar más rápido el deterioro del malecón.