Durante la pandemia no se registraron casos en asilos y estancias
Dos asilos y una estancia para atender a las personas de la tercera edad, cuenta la ciudad de Coatzacoalcos, donde en los dos primeros varios ancianitos fueron abandonados por sus familiares.
Se trata de los asilos Ríos de Misericordia e Isharai, así como la estancia “Apapachos del Corazón”, donde les brindan atenciones a las personas de la tercera edad, que llevan sus parientes.
En ninguno de ellos se registraron casos de COVID19, por lo que no registraron muertes a causa de ello, siendo solamente el encierro, como consecuencia de la pandemia.
En el caso de la estancia “Apapachos del Corazón”, reciben a las personas de la tercera edad de lunes a viernes en horario de siete de la mañana a seis de la noche, donde se suman a la familia.
Si los hijos tienen que salir a trabajar, llevan a sus padres a ese lugar donde los reciben, les brindan desayuno, comida y cena, para entregarlos a las siete de la noche.
Marisol Márquez Acopa es la encargada de este lugar localizado en Francisco Hernández 203, donde se suman alumnos de las escuelas Universidad Veracruzana, Sotavento, Gotinga, UPAV, de las carreras de trabajo social, enfermería y gestión de administración.
Aquí cuentan con enfermeras, así como personal de cocina e intendencia, donde también se suman algunos familiares que han encontrado su vocación de servicio.
Márquez Acopa, quien se encuentra al frente de la estancia, informó que para aquellas personas que tienen familiares, se les cobra 150 pesos, pero los que no tienen, se les atiende sin cobro alguno.
“Tenemos registradas a 25 personas, quienes llegan a las siete de la mañana a las seis de la tarde, se les recibe y se les toman sus signos vitales, se reúnen dialogan y desayunan juntos, generalmente acuden 14.
Llega gente hasta de Nanchital a esta estancia, donde se sienten muy bien, interactúan con el resto de los asistentes, además de que se distraen viendo a los acuden al domo que está aquí a un lado”, refirió Marisol Márquez Acopa, quien también labora en el Hospital Bienestar, conocido como Comunitario.
“Se suman compañeros del hospital, quienes también acuden a este lugar para brindar atención a quienes vienen, brindando sus servicios, además del que se brinda”, agregó.
En este lugar, nadie se queda después de las seis de la tarde, ya que a esa hora se retiran con sus familiares o bien los que viven solos también retornan a sus hogares.
Doña Nidia Magaña Totosaus, acude diariamente a este lugar, donde la llevan sus hijas, señalando que es de excelencia y que siente muy bien de poder convivir con otras personas, así como realizar diversos ejercicios.
“Es de excelencia el servicio, la verdad que me hacen sentir muy bien, nos brindan cuidados y mucho amor, por lo que me siento muy bien, además de que hacemos ejercicios”, mencionó doña Nidia.
“Todo muy bien, nos tratan como a iguales, aquí me traen a las ocho y media y me quedó hasta las seis, puedo caminar, mover mis rodillas, cabecear y hacer sombra a mis 78 años, son y un chamaco de 14, je,je,je”, señalaba don Hipólito Hernández Izquierdo quien llega desde Nanchital.
“Me siento muy bien, si pagamos pero esta mujer nos quiere mucho, nos tratan muy bien, yo soy de Matias Romero Oaxaca, me traen desde Ciudad Olmeca a las ocho de la mañana y pasan a buscar a las seis, pero tenemos muchas actividades, hacemos ejercicio y juegos”, refirió doña Romelia Vázquez García quien a sus 83 años, se siente muy bien atendida.
María Isabel Sibaja Martínez, se aplica como enfermera del lugar, donde atiende a las personas de la tercera edad, señalando que se les brinda mucha atención y amor.
Por su parte, Patricia Escudero Reséndiz, agradece el apoyo brindado, ya que al buscar un lugar para ella, encontró este sitio donde ha generado un gran cambio ya que ahora interactúa y esta bien integrada con el grupo.
“Gracias a ello yo encontré mi vocación de atender, al ver el gran cambio en mi mamá que es mi abuela, todo ello es gracias a Mary y ahora se cual es mi vocación de servir”, señaló doña Patricia.
Uno de los asilos es “Ríos de Misericordia”, localizado en la calle Uvas sin número de la colonia Los Almendros, lugar que alberga a 13 personas, todas ellas fijas que ahí viven.
Pocos son los que tienen familiares que los visitan, por lo que la familia de la pastora Mayra Cristina Rodríguez Cruz los atienden, así como algunos hermanos de la iglesia.
Una de las personas que si tiene familia y la visitan y atienden, es doña Tomasita que cuenta con 104 años de edad, quien tiene hijos de 70 años por lo que no la pueden atender, pero si están atentos de ella.
“Llegan sus nietos, la visitan, le traen cosas, algunos antojos como el viernes que le trajeron pescado y así por el estilo, ya que ella está consciente, no puede moverse, pero si entiende”, refirió la pastora Rodríguez.
“Tomasita no tiene diabetes, ni problemas de presión arterial, solamente su piel ya muy delicada y el problema de movilidad, pero en general está en buenas condiciones de salud”, dijo doña Mayra Cristina.
Otro que también es atendido de manera permanente es a quien solamente conocen como “Juanito”, ya que al padecer autismo, fue abandonado y ellos lo recogieron y atienden desde hace 23 años.
“Está el caso de ‘Juanito’ quien no tiene acta de nacimiento, no tiene documentos, por lo que le festejamos el 24 de junio, día de los ‘Juanitos’, quien desde hace 23 años forma parte de esta familia.
Otros casos son atendidos como el de una persona discapacitada por atrofia muscular, no puede hablar, ni moverse por si mismo, por lo que lo atienden para todas sus necesidades.
Cabe mencionar que todas las personas se encuentran limpios, bien aseados, en un lugar que tiene mucha ventilación e incluso sus cuartos tienen aire acondicionado.
Entre ellos, se ve en sus rostros el amor que reciben, el afecto de quienes les aman, mostrado el amor al prójimo, cumpliendo con ello lo que dice la escritura, predicando con el ejemplo.
“La mayoría tienen años aquí, ya que los recogimos de la calle donde estaban, sin familia y aquí están bien atendidos de los que no tienen familia, los atendemos al 100 por ciento.
Hay quienes si tienen familia y ellos apoyan con algo de economía para el sustento, pero también algunos de ellos vinieron sus familiares, pidieron apoyo para atenderlos y los dejaron y nunca volvimos a verlos”, mencionó doña Mayra.
“Nosotros somos su familia de los que no tienen, ellos son nuestra familia, pero del resto son cuatro los que si tienen familia y vienen a verlos, pero el resto no”, indicó doña Mayra Cristian Rodríguez Cruz.
“Lo que aportan en la iglesia de donde soy pastora, lo enfocamos para ellos, para atenderlos, darle de comida, vestido, además de que tenemos una tiendita y de ahí sacamos el agua, tortillas, huevos para ellos”, señaló la señora Rodríguez Cruz.
Otro de los asilo es la Casa Hogar para Adultos Mayores Irsharai, localizado en Roberto Clemente 110 de la colonia Peloteros de esta ciudad, donde atienden actualmente a 12 personas.
Martha María Bouzas Jiménez, quien funge como directora del lugar, señaló que solamente hay tres que tienen familia, pero son contadas las visitas que reciben.
“Nosotros somos su familia, todos nosotros los que los atendemos somos su familiares, ya que la mayoría tiene problemas de movilidad, utilizan sillas de ruedas o andaderas, además de muchos padecen demencia senil”, mencionó Bouzas Jiménez.
Diversas instituciones educativas se están sumando en el servicio y rescate de valores, por lo que se acuden a esta Casa Hogar para Adultos Mayores, para atender y participar.
“Acuden alumnos de la carrera de fisioterapia de la Universidad de Sotavento, así como de Gotinga, Universidad Veracruzana, UPAV y tenemos un convenio con el Colegio Benavente para el rescate de valores.
Muchas universidad hacen su servicio por lo que acuden, les leen un libro, juegan cartas, dominó, lotería y muchas actividades más, participando en el rescate de valores”, refirió Martha María Bouzas Jiménez.
Algunas instituciones para liberar el servicio y concluir su ciclo escolar, hacen que los alumnos pongan en práctica lo aprendido durante el año y por ello se puede brindar esta atención a quienes ahí se encuentran, siendo de gran beneficio para todos.
Después del encierro por la pandemia, fue a partir del mes de octubre del 2022, cuando volvieron a darse las visitas en Irsharai, incrementándose y solucionando con ello el enfado que tenía por el encierro, ya que con las visitas se activaron.
Los tres lugares requieren apoyo por parte de la población para contar con diversos productos de la canasta básica, así como pañales y en casa Irsharai necesitan playeras interiores medianas, short, sábanas individuales y toallas en color blanco.
En todas necesitan leche, arroz, frijol, avena, pastas y otros productos de la canasta básica que pueden aportar para apoyar a las personas de la tercera edad que requieren alimentación.
Amar al prójimo como a uno mismo y esta es una buena oportunidad para ponerlo en práctica. Apapachos del Corazón en Francisco de Cordova 203 junto al domo de La Noria, “Rios de Misericoria” en la calle Uvas sin número de la colonia Almendros y Casa Hogar Irsharai en Roberto Clemente 110 de la colonia Peloteros.