Con la frase “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, colectivos de madres en búsqueda recriminaron a las autoridades estatales la nula respuesta para localizar a sus familiares desaparecidos durante el Operativo Blindaje Coatzacoalcos puesto en marcha en el 2015.
Durante el acto de Reconocimiento y Disculpas Públicas realizado este jueves en el Teatro de la Ciudad, Raquel Hernández, esposa de José Manuel Cruz Pérez, desaparecido desde hace ocho años, señaló a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, así como a quienes participaron en ese operativo, de ser unos “delincuentes”.
“Los verdaderos delincuentes son los que comenten las desapariciones forzadas, los verdaderos delincuentes son los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y todas las autoridades que participaron en el Operativo Blindaje Coatzacoalcos, que desaparecieron a José Manuel Cruz Pérez, Jhonit Enríquez Orozco, Héctor Manuel Facundo Ramos y Eliaquim Alvarado Villafuerte”.
Durante su intervención y frente al Gobernador del Estado Cuitláhuac García Jiménez, la Fiscal General, Verónica Hernández Giadáns, el secretario de Seguridad Pública Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla y la presidenta de la CEDH Namiko Matzumoto Benítez, solicitó penas ejemplares a policías procesados por desaparición forzada.
“Hoy solicitamos penas ejemplares a policías procesados por desaparición forzada y civiles, porque el Estado no puede seguir desapareciéndonos, el Estado nos debe garantizar el no desaparecer forzadamente por autoridades”.
Raquel Hernández lamentó que en Veracruz continúen registrándose casos de desaparición forzada, por lo que expuso, que hace falta más capacitación para las autoridades que se encargan de la seguridad, así como la eficacia para un buen manejo de la fuerza policial.
“He dado acompañamiento a muchos casos de desaparición y veo con mucho dolor que nuestros jóvenes siguen desapareciendo, hace falta más capacitación a Derechos Humanos, a las autoridades que se encargan de la seguridad, control de confianza eficaces para un buen manejo de la fuerza policial, salarios dignos, gente preparada tratar con la sociedad civil”, apuntó.
La esposa de una de las víctimas, reconoció lo difícil que ha sido ver crecer a su hija sin el cariño de un padre, toda vez que cuando fue desaparecido, su pequeña apenas y tenía siete meses de haber nacido.
La mujer dijo que Manuel, así como el resto de los desaparecidos han sido criminalizados y sus familiares estigmatizados, pues los han señalado de estar vinculados con grupos criminales y que esa podría ser una de las causas por las que fueron “levantados”.
“José Manuel es un hombre trabajador, es un buen hijo, es el padre de una niña de ocho años, nuestra hija, lo vio por última vez cuando ella tenía siete meses, era una bebé, ahora es una niña que ha crecido sin el amor, el cuidado y el ejemplo de su padre”.
“Manuel, como los otros tres jóvenes, ha sido criminalizado y su familia estigmatizada, nos han dicho que los desaparecieron porque en algo andaba, algo hizo, porque trabajaba para algún cártel, que fue un ajuste de cuentas y que el Operativo Blindaje Coatzacoalcos tenía el objetivo de acabar con la delincuencia”.
Por su parte Lenit Enríquez Orozco, hermana de Jhonit Enríquez comentó que aún tiene grabada esa fecha cuando entró sin perdón y sin permiso a lo que llamó el “Plan Maldito”, que llevó a cabo la desaparición forzada de sus familiares.
“Esa fecha no se nos olvida, ese lunes 11 de mayo, un día después de celebrar el Día de las Madres, quedó para siempre en nuestras memorias, cuando entró sin perdón y sin permiso el ‘Plan Maldito’, el de la burla y sin razón, el llamado Blindaje Coatzacoalcos, el día en que las armas y las fuerzas de un estado no le dieron tregua a mi familia”.
Al narrar su testimonio, apuntó que los grandes ausentes en dicho acto fueron víctimas de la fuerza brutal del estado, quienes con uniformes y el rostro cubierto violaron de manera arbitraria los derechos de las víctimas, incumpliendo con la misión de proteger y salvaguardar la vida de los veracruzanos.
“Ellos, los nuestros, los ausentes, fueron víctimas de la fuerza brutal del estado, porque sus detenciones, fueron arbitrarias y sin derechos, por los hombres que se escondieron el rostro y usaron las armas en contra de los indefensos, incumpliendo con la misión más sagrada de todo policía, perseverar los derechos, servir y proteger, pero no lo hicieron, no pensaron en el daño brutal y feroz que sus actos nos provocaron”, narró.
Aunque en el 2015, el entonces secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita dijo que los elementos del Operativo Blindaje Coatzacoalcos formaban parte del Ejército y la Marina, actuaron desde el anonimato para buscar culpables de una guerra que ni ellos pudieron abatir.