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La comprensión de la conciencia ha sido un desafío persistente para la ciencia. Recientemente, una teoría emergente sugiere que los campos electromagnéticos generados por las neuronas podrían ser fundamentales para la experiencia consciente.
Aunque tradicionalmente se ha considerado que la comunicación neuronal se basa en sinapsis químicas y eléctricas directas, estudios recientes indican que los campos efápticos podrían desempeñar un papel más relevante de lo que se pensaba.
La teoría del acoplamiento efáptico propone que la conciencia surge de la interacción de estos campos electromagnéticos generados por la actividad neuronal.
Esta perspectiva ofrece una explicación potencial para la rapidez y eficiencia de los procesos cognitivos, que las teorías basadas únicamente en conexiones sinápticas no logran justificar completamente.
Un estudio de 2019 realizado por investigadores de la Universidad Case Western Reserve en Ohio proporcionó evidencia intrigante. Al seccionar completamente el hipocampo de un ratón, observaron que la actividad neuronal podía "saltar" a través del corte, fenómeno atribuible al acoplamiento del campo eléctrico.
Este efecto desapareció cuando las secciones estuvieron separadas por más de 400 micras, sugiriendo que los campos efápticos facilitan la comunicación neuronal más allá de las conexiones sinápticas directas.
Aunque la teoría del acoplamiento efáptico ofrece una visión novedosa sobre la conciencia, aún enfrenta desafíos significativos. La principal interrogante es cómo estos procesos físicos se traducen en experiencias subjetivas, conocidas como el "problema difícil" de la conciencia.
Además, es necesario realizar más investigaciones para determinar la magnitud de la influencia de los campos efápticos en la actividad cerebral y su relación directa con la experiencia consciente.
A medida que la tecnología avance y se desarrollen métodos más precisos para medir y manipular estos campos, podríamos estar más cerca de desentrañar uno de los mayores misterios de la humanidad.