¿Cuántas veces no te ha pasado que justo cuando terminaste de colgar tu ropa recién lavada, comienza a llover?
Aunque muchos optan por dejar que sus prendas se sequen solas al mojarse nuevamente por un chubasco repentino, lamentamos decirte que tal vez esta no sea la mejor idea. Aquí te damos las razones.
Cabe señalar que en estos momentos nuestro país está en plena temporada de lluvias, por lo que las precipitaciones inician sin más aviso que un cielo nublado y el sonido de uno que otro trueno, por lo que hay que estar muy atento al pronóstico del tiempo.
Hay que decir que las mañanas suelen ser engañosas debido a que la mayor parte del tiempo el cielo está despejado, invitando a los más incautos a lavar la ropa acumulada durante algunos días.
Es en esos momentos donde algunos incautos terminan por ver arruinado su esfuerzo y sus prendas terminan nuevamente empapadas por un aguacero repentino, aunque muchos no le dan mucha importancia y prefieren dejar la ropa en el mismo sitio y que el sol haga su trabajo.
Antes de tomar esta determinación, deberías saber que lo más recomendable es que vuelvas a lavar o al menos enjuagues la ropa mojada por el agua de lluvia, esto porque junto con las gotas caen partículas y gases, así como químicos y otras esporas.
Si bien algunas podrían ser inofensivas, otra más podrían provocar alguna reacción al entrar en contacto con tu piel; recuerda que la lluvia que cae y que muchas veces recolectas tiene cierto nivel de contaminación, por lo que lo ideal es al menos filtrarla antes de usarla en ciertas actividades cotidianas.
Eso sin contar que los techos de donde muchas veces cae hacia el patio o los recipientes también están sucios, lo que también afecta la calidad de esa agua.
Si eres una persona con piel delicada o eres muy propenso a las alergias, esperemos que ahora lo pienses dos veces antes de dejar la ropa secar luego de un fuerte aguacero. ¿Qué piensas al respecto?