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Las relaciones amorosas son un terreno totalmente enorme, en el que cada pareja tiene su propia dinámica, acuerdos y estilo de vida. Ninguna relación es igual a otra, y la clave para su sano funcionamiento es que estos vínculos estén bien establecidos y definidos.
Uno de los más grandes desafíos al que se enfrentan las personas en una relación amorosa es incluir aquello en el equilibrio entre la vida laboral y personal; el tiempo libre escasea cada vez más, y aunque no es imposible tener una relación, sí es importante establecer una dinámica de convivencia práctica.
Es por ello que algunas parejas han puesto de moda el modelo OWC, por sus siglas Only Weekends Couple, que en inglés quiere decir "parejas de fin de semana", para acordar una convivencia donde no falte el tiempo de calidad, sin que se pierda la independencia emocional.
Este modelo se vuelve atractivo especialmente en las relaciones largas o bajo valores muy tradicionales, que buscan evitar un desgaste o conflictos constantes, así como aliviar la presión de tener que armonizar la rutina con la convivencia de calidad.
No obstante, no todas las parejas están preparadas para adoptar este tipo de relación; es posible, y válido, que algunas personas tengan la sensación de distancia emocional o falta de conexión profunda al sentir la ausencia prolongada de su pareja.
Aunque las parejas pueden mantener comunicación a distancia los días entre semana, esto no siempre reemplaza la cercanía cotidiana, y puede generar inseguridad respecto al compromiso de la otra persona.
Quienes están realmente dispuestos a llevar este tipo de relación, necesitan establecer un mutuo acuerdo respecto a cada uno de los puntos que puedan generar inseguridad, tener confianza y comunicación para que la distancia no se vuelva un obstáculo.
La ventaja de este modelo es que ofrece una mayor flexibilidad, ya que al tener cada persona su propia agenda, no son propensos a caer en monotonía, y al priorizar la calidad en lugar de la cantidad de tiempo juntos, los encuentros suelen planearse para ser significativos.
También, el tiempo separados aumenta el entusiasmo por la próxima interacción en persona, permitiendo a cada quien valorar ese tiempo juntos cuando llega al fin, siempre que no se caiga en las inseguridades mencionadas anteriormente debido a la distancia.