En el mercado existe una amplia variedad de aceites de cocina, que son un factor esencial para la preparación de ciertos platillos, por lo que uno siempre busca elegir la mejor opción para utilizar.
Entre las opciones más viables y populares se encuentran los marcados como ´aceite vegetal´, así como los aerosoles de cocina; también existen opciones más sofisticadas como los de aguacate, semilla de uva, salvado de arroz y ajonjolí.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda, al momento de comprar aceite, optar por productos con menos de 4 gramos de grasa saturada por cucharada, y evitar a toda costa los "hidrogenados" o con "grasas trans".
También desaconseja mezclar aceites nuevos con usados, o diferentes tipos que tengan distintos puntos de humo; evita reutilizar o recalentar aceites, y si se calienta demasiado o huele mal, lo mejor es desecharlo. Consérvalos en lugares frescos y oscuros para prolongar su tiempo de vida.
En su compromiso por advertir al consumidor sobre cuáles son las mejores opciones, así como las más desaconsejadas allá afuera, la Profeco emitió un estudio de calidad, donde se señaló a aquellas marcas que incumplían con los estándares de pureza y calidad.
Fueron ocho marcas de aceite de cocina las que no cumplieron con los estándares de Profeco, entre ellas:
Según la dependencia, estos productos contienen mezclas no declaradas en la información al consumidor que afectan su calidad, además de incumplir con las especificaciones de sus etiquetas, siendo su consumo prolongado perjudicial para la salud, debido a que altera los beneficios nutricionales.
Siempre que elijas la mejor marca de aceite para completar tu cocina, asegúrate de que la misma cumpla con lo que promete y garantice su pureza por el bien de tu seguridad alimentaria.
Del mismo modo, por el bien del medio ambiente, recuerda que la mejor forma de desechar el aceite es dejar que se enfríe, colocarlo en una botella de plástico, etiquetarla, asegurarla y depositarla en la basura no reciclable o en centros autorizados.