Xalapa | 2024-12-05
En Veracruz, el peligro acecha a los cuerpos de seguridad. En lo que va de 2024, la entidad ya ha registrado siete policías asesinados, según el informe de Causa en Común.
El informe, que revisa el contexto de la violencia contra las fuerzas del orden, subraya un patrón alarmante en el que las víctimas no solo son parte de la lucha contra la delincuencia, sino que parecen ser objetivos fáciles para los criminales que dominan ciertas regiones.
El más reciente asesinato fue el de Nicolás "N", un oficial de la Policía Municipal de Villa Aldama, quien fue abatido mientras regresaba a su casa en la comunidad de Cerro de León, tras finalizar su turno.
El homicidio se suma a la lista de muertes de policías en Veracruz, un estado que ha visto cómo la violencia ha permeado en distintos niveles de la sociedad.
La cifra de siete policías caídos es solo una parte de un panorama más amplio. En octubre de este año, el agente Fredy Hernández Vázquez, encargado de la policía comunitaria de Playa Vicente, fue ejecutado en un ataque directo.
En otro suceso trágico, Heriberto Morales Ojeda, policía, perdió la vida en un enfrentamiento armado con delincuentes en Santiago Sochiapan en agosto.
Según los datos proporcionados por el Observatorio Causa en Común, a nivel nacional, 282 policías han sido asesinados en 2024, un promedio alarmante de casi uno por día.
Guanajuato, Estado de México y Guerrero se encuentran entre los estados con más víctimas, pero Veracruz no escapa a la violencia. D
Durante el 22 al 28 de noviembre de 2024 han habido 6 casos de policías asesinados: 3 en Sinaloa y uno en cada uno de los estados de Veracruz, Chihuahua y Chiapas
En lo que va de 2024, han sido asesinados al menos 282 policías, un promedio de 1 cada día. Los estados con mayor número de policías asesinados en lo que va de 2024 son: Guanajuato (48), Estado de México (22), Guerrero (21), Chiapas (20), Nuevo León (16), Tamaulipas (15), Michoacán (14) y Sinaloa (13).
El creciente número de asesinatos de policías pone en evidencia la debilidad institucional frente a las organizaciones criminales. La violencia no solo persigue a los civiles, sino también a aquellos encargados de mantener el orden.